No hay mejor respuesta a una derrota que una victoria. Es lo que hizo el Real Zaragoza en Lugo y, además, de manera contundente, con tres goles y situándose líder de manera provisional. Así que Víctor Fernández no podía sino estar tremendamente contento y orgulloso del rendimiento de sus jugadores. «Veníamos con una inercia positiva francamente buena pero el parón nos ha afectado y cambia todo el escenario. Nos toca volver a reinventarnos, adaptarnos al nuevo escenario, y tenemos jugadores que son conscientes de ello. Hoy era el primer día que había que dar una respuesta inmediata y lo han hecho», dijo el técnico.

El resultado ante el Alcorcón pudo generar dudas, pero el técnico quiso relativizarlo. «Las malas sensaciones, una vez que me veo el partido con tranquilidad en mi casa, vienen como consecuencia del resultado, que fue feo, y como consecuencia de dos errores groseros en tres minutos. Hasta ese momento habíamos tenido autoridad y jerarquía, pero fue un castigo duro. Que te metan tres en casa lo puede acusar cualquiera y, si añadimos las bajas, pues hoy era una prueba para demostrar nuestro estado de ánimo, de confianza, de seguiridad, para demostrar que sabemos qué queremos y cómo lo podemos conseguir a pesar de las bajas».

Entre todos los protagonistas hubo un nombre propio, el de Alejandro Francés. El canterano, de 17 años, se hizo con el lateral derecho y el técnico terminó encantado con él. «Estoy súper feliz por este chico, porque ha participado en una victoria muy importante y porque ha demostrado lo que es, con desparpajo, atrevido, activo, con energía. No le ha pesado el partido, creo que le ha dado mucha confianza esa jugada nada más empezar con ese disparo a la que ha respondido el portero del Lugo con una gran parada. Ha respondido a un jugador poderoso como es Rahmani, no ha mostrado ningún estado de nervios y sí buena toma de decisiones. Solo me queda felicitarle, es un chico sensato. En un puesto tan castigado como el lateral hoy hemos encontrado una gran solución en un chico de 17 años».

El nuevo fútbol ha traído más victorias foráneas que locales. Lo sufrió el Real Zaragoza el pasado sábado, lo disfrutó en Lugo. «Creo que esto va a ser así hasta el final de temporada. La Segunda es una competición extraordinariamente igualada, en la que te puede ganar cualquiera en las circunstancias naturales del fútbol. Ahora en un escenario inédito ya vimos lo que ocurrió en la primera jornada con solo dos victorias como locales. Es muy difícil sacar adelante los partidos y va a ser muy complicado para todos. Es muy importante no perder y sumar cada jornada», destacó el técnico zaragocista.

Otro de los motivos de satisfacción del entrenador es la capacidad de reacción que sigue demostrando su equipo, capaz de levantarse cada vez que se cae. «De momento lo estamos demostrando, esa capacidad de reacción, que no nos rendimos. Cuando podemos ser brillantes lo somos, cuando hay que ser prácticos como hoy también lo hacemos. Hay que aceptarlo, fue un golpe fuerte el otro día y el equipo estaba con esa incertidumbre de a ver cómo nos adaptamos. Hemos sufrido muchas desgracias, a ver si tenemos un poco más de suerte, y seguimos dando respuestas positivas porque nuestra afición se lo merece», resumió el técnico.

Ahora el Real Zaragoza es líder y son sus perseguidores los que tienen que seguir remando para no perderle de vista. «Hay un hecho importante y es que en nuestro casillero hay tres puntos más y hoy dormimos líderes, a ver qué hacen los demás. Para nosotros es un punto importante de cara al Almería. Otro punto que es vital, teniendo en cuenta lo que paso antes y después del Alcorcón, es que creo que no hemos perdido a ningún jugador ni por lesión ni por tarjetas. He preservado a Lucho y a Eguaras, nadie tiene problemas físicos más allá del cansancio y de la fatiga lógicas y eso me hace estar más contento porque ya no es el drama del otro día. Parece que, al menos, vamos a llegar al Almería con los mismos de hoy», concluyó.