--Ya hace unos días que se desvinculó del Zaragoza. ¿Qué sensación tiene?

--De tristeza, porque es tu casa y tu familia. Es como cuando te vas de casa de tus padres, eso es lo que siento. He dejado atrás el club que me ha visto crecer, que me ha dado los valores que ahora tengo y de los que estoy orgulloso. Todas las etapas se cierran y esta la daba por finalizada. No es un adiós, es un hasta luego. Ojalá vuelva al club en una situación mejor que la que viví el año pasado.

--¿El club hizo algún movimiento para renovarle?

--Durante la temporada tuvimos conversaciones que no llegaron a ningún puerto ni por su parte ni por la mía. Al final de la temporada me ha cogido esta situación en la que no había nadie que pudiera tomar decisiones en el club, porque estaba todo en el aire, y esto me ha perjudicado. No hubo reuniones en verano y no podía seguir esperando.

--¿Su deseo era continuar?

--Sí. Estar en tu casa es lo ideal, con tu familia, con tus amigos, pero es cierto que después del año que hemos pasado era el momento de cambiar de aires.

--¿Se arrepiente de no haber aceptado la oferta de renovación del club del año pasado?

--No me arrepiento, porque en ese momento pensaba que el club no me estaba valorando como merecía. Tenía un año por delante para demostrar y confiaba mucho en mis posibilidades para que esa propuesta cambiara. Hubiera sido conformista aceptarla, aunque igual con 30 años lo hubiera hecho.

--Sorprende que no haya esperado al Zaragoza siendo que Petón, su representante, está en la Fundación 2032.

--Yo sabía todo esto, pero tenía esta propuesta del Alavés, que era muy buena para mí, y no podía esperar más días.

--¿Cómo valora su temporada?

--Ha sido un año difícil. En lo personal, creo que el equipo me ha arrastrado mucho, ha sido un año muy convulso y es difícil poder desarrollar tus cualidades en un ambiente tan enrarecido en el que cada día se hablaba de temas extradeportivos en vez de fútbol. Pero no es ninguna excusa; he intentado siempre dar la cara, así que estoy tranquilo. Sé que podía haber hecho partidos mejores, pero también he hecho partidos buenos. Seguramente en otro entorno todo hubiera ido mejor.

--¿Merecía ser renovado?

--No voy a entrar en el tema de si lo merezco o no. Un club se tiene que fundamentar ahora mismo en la cantera, pero ahí no entro, ellos son los que deciden. Y no pienso en mí, pienso en Ortí, en Vallejo, en Sergio Gil, en mil, y luego ya en mí. Con la situación del Real Zaragoza, la base tiene que ser gente de la casa, que sienta lo que es vestir la camiseta del club. No el 100%, pero sí un 60% deben ser de aquí y completar la plantilla con gente de fuera. Ojalá con esta situación se pueda seguir aumentando el número de canteranos en el primer equipo.

--El equipo no funcionó el curso pasado. ¿El ambiente fue clave?

--Sí, cada día se hablaba de todo menos del partido de la semana y eso hace que un equipo no marche bien. Si no hubiera sido por el vestuario que había, en el que estábamos todos unidos, podíamos haber descendido, porque el ambiente era propicio para una tragedia.

--¿Cómo ve el panorama extradeportivo del club?

--Yo he sido aficionado del Zaragoza desde niño, he vivido títulos como las Copas del Rey y añoro todo eso. Es triste. Solo queda pensar que cambie todo ya esta semana, porque ya no hay más tiempo. Ojalá sea la Fundación 2032 de Alierta y Lapetra la que entre en el club, porque representan el valor aragonés. Es una cosa más sentimental. Si no pudiera ser así y entraran mexicanos o alemanes, espero que quien entre cambie la imagen del club hoy en día y que se empiece de cero. El Real Zaragoza lo merece.

--¿Ha visto imágenes de la manifestación del jueves?

--Se te ponen los pelos de punta, pero yo ya he visto estas imágenes celebrando títulos. Niños con la camiseta, todos juntos caminando, en finales de Copa, en Getafe, cuando jugamos contra el Levante... Esta situación es crítica, pero no me sorprende porque sé el sentimiento que tiene esta afición.

--¿Qué opina de Agapito?

--No creo que las cosas que haya hecho mal las haya hecho a propósito. Al final, él compró el Zaragoza y tenía derechos, pero está claro que se ha equivocado. Ha hecho una mala gestión y es la hora de que lo acepte y que dé el club a alguien para que lo vuelva a remontar. No lo conozco personalmente, pero tiene que saber que su gestión ha sido pésima.

--¿Qué objetivo tiene el Alavés?

--Es un equipo que el año pasado acabó sufriendo mucho, se salvó en el último minuto de la última jornada. Tenemos que tener una idea clara y ser humildes, pero con mucho trabajo y con ambición, con el espejo del Eibar, para intentar conseguir cosas más importantes que la salvación.