El exentrenador del Real Zaragoza, Víctor Muñoz, ha señalado hoy en su despedida ante los medios de comunicación que al conjunto aragonés lo seguirá sintiendo como su casa.

"Siempre será algo que forma parte de lo mejor de mi vida y desde ahora mismo vuelvo a ser un zaragocista más que se va a alegrar como nadie de sus éxitos", ha añadido.

El técnico zaragozano, tras despedirse de la que fue su plantilla hasta ayer, leyó un texto que había preparado, algo que dijo que no había hecho nunca con anterioridad, pero que lo hacía en esta ocasión porque era un día "especial" y no deseaba dejarse nada, y avisó de que no iba a responder preguntas posteriormente.

A pesar de que comentó que esperaba no emocionarse, Víctor Muñoz no pudo evitarlo y durante algunos momentos de su alocución tuvo que parar por dicho motivo y también al abandonar la sala de prensa.

Muñoz pidió disculpas a medios de comunicación y a cualquier persona a la que pudiera haber molestado por sus declaraciones en Soria tras la derrota frente al Numancia.

"No estuve afortunado. Me cuesta mucho explicarme a mí mismo la reacción fuera de lugar y tan poco respetuosa, pero hacía unos minutos que habíamos perdido un partido que nos hacía mucha ilusión ganar, estaba muy caliente y alguien me preguntó por los gritos de 'Víctor vete ya' de una minoría de aficionados. Un amigo me dijo que aunque ni yo mismo me lo hubiera planteado esa era la razón oculta de que perdiera los papeles. Era la primera vez en mi vida que alguien me gritaba que me fuera del Zaragoza, mi casa", ha subrayado.

Ha añadido que era posible que esos gritos le sacaran de sus casillas pero que ni siquiera eso era excusa, que tenía que haber estado a la altura de la circunstancias y que no lo hizo, por lo que reiteraba sus disculpas.

Víctor Muñoz ha relatado que siempre ha sentido a Zaragoza y al Real Zaragoza como su casa, que ha vuelto siempre que le han llamado y que nunca había dicho no.

Igualmente ha señalado que hasta en los momentos más delicados siempre había sido feliz entrenando al Real Zaragoza: "me gusta mucho entrenar y me ha encantado hacerlo en el equipo de mi vida".

También ha apuntado que cuando llegó el pasado mes de marzo se lo planteó como un doble reto, profesional y sentimental, y que el Zaragoza era el único equipo que estaba dispuesto a entrenar en Segunda División.

Después de lograr la salvación del equipo y el cambio de propietarios, Víctor ha comentado que se sintió una presencia "molesta, incómoda" para los nuevos rectores.

"Ellos no me habían elegido como entrenador y por lo visto no era santo de su devoción pero no tenían coartadas muy claras para cesarme. Además, yo tenía contrato y me apetecía seguir entrenando y poder cumplir mi gran sueño, devolver al Zaragoza a Primera, a donde le corresponde, entre los grandes del fútbol español", ha argumentado.

El ya extécnico zaragocista ha añadido que la falta de sintonía con los nuevos propietarios había estado basada en "prejuicios mutuos" que ni los propietarios ni él supieron destruir.

"Aunque hubo algún amago nunca intentamos de verdad establecer algún tipo de complicidad", ha continuado.

Víctor cree que se dejó llevar por los prejuicios y que estuvo "falto de cintura" por no conocer a los propietarios pero ha desvelado que nunca se había dicho que días antes de empezar la actual campaña, y al advertir esa falta de sintonía, les dijo que ponía su cargo a su disposición antes de empezar la competición y que si no confiaban en él podían despedirle sin pagarle nada.

"Ellos dejaron que siguiera porque quizá no tenía una coartada clara para cesarme, pero yo, esa falta de sintonía y confianza en la que yo también he tenido parte de culpa, la percibí desde el primer momento", ha indicado.

El preparador maño ha comentado también que estaba "muy contento" porque por primera vez tenía una plantilla "implicada y comprometida" y que pocas veces en su carrera como entrenador había tenido jugadores con una actitud "tan maravillosa"

Para Víctor Muñoz esto, junto a haber hecho debutar con el primer equipo a varios jugadores de la cantera van a ser uno de sus mejores recuerdos en esta etapa.

"A pesar de que nuestra situación deportiva estaba por encima de las expectativas faltaba algo que infravaloré, la complicidad con los propietarios que estaban esperando la razón para cesarme y el sábado por la noche se lo puse en bandeja, algo que vuelvo a lamentar", ha indicado.

Víctor Muñoz dice marcharse sin ningún rencor hacia nadie y que no sabe si volverá pero que el Real Zaragoza es el equipo de su vida