La gestión deportiva va a correr a cargo del grupo inversor mexicano, que tendrá a un hombre de confianza en esa faceta en Zaragoza para trabajar codo con codo con un director deportivo que conozca bien el fútbol español y con Víctor Muñoz como entrenador. Para el puesto de director deportivo el primer nombre es el de Ángel Martín González, que ya ha mantenido conversaciones para su llegada al club y que está a la espera de una llamada para sentarse a hablar para ver si es factible su contratación.

Martín González, que hasta el verano pasado ocupó el puesto de director deportivo en Osasuna, vendría a mediados de semana a Zaragoza a esa reunión, aunque el exfutbolista aseguraba ayer que no se le ha concretado todavía ningún cónclave y que está a la espera de noticias. El nombre de Martín González es el que tiene encima de la mesa este grupo de empresarios aragoneses y es el que le han hecho llegar a los inversores mexicanos, que tendrán la decisión final al respecto. Así, ese puesto, vital en la configuración deportiva, puede tener otros candidatos a lo largo de la semana y la llegada de Martín González no se puede dar por segura.

Tampoco se puede asegurar de manera absoluta que Víctor Muñoz cumpla su contrato, que termina en el 2015. La idea es que sí y el salario del entrenador, unos 200.000 euros, encaja en la política de austeridad que va a llevar el club. Sin embargo, el preparador aragonés, ahora de vacaciones, sigue pendiente de una conversación que clarifique completamente la posibilidad real de que siga en el banquillo. De momento, observa los acontecimientos, el desembarco de los nuevos inversores y entiende que una vez que la toma de posesión sea ya real y efectiva llegará el momento de sentarse a hablar sobre el proyecto y para decidir su continuidad.

POSIBLE CITA CONJUNTA En el grupo de empresarios aragoneses se aseguraba ayer que esta semana incluso podía haber una reunión conjunta con Víctor y Martín González, extremo que ninguno de ellos pudo confirmar. Víctor llegó en marzo para sustituir a Paco Herrera y logró que el equipo, en caída libre, frenara su mala trayectoria y lograra la permanencia en Segunda, si bien los números quedaron muy lejos de ser buenos.

La salida de Agapito hizo que la continuidad de Víctor fuera factible y el grupo de empresarios aragoneses, en público y en privado, ha apostado por él, pero ahora la decisión corresponde a los inversores mexicanos y también al propio Víctor una vez que conozca de primera mano el proyecto deportivo que se va a hacer. Así, no se puede descartar que al final no haya acuerdo.