Historia viva del Real Zaragoza, con el que fue jugador y entrenador en dos etapas en ambas ocasiones y hasta tuvo un fugaz paso por la secretaría técnica, Víctor Muñoz (Zaragoza, 15-03-57) analiza el retorno del equipo tras el parón y sus posibilidades de ascenso.

—¿Cómo ha visto al Zaragoza en los tres partidos tras el parón?

—Es un retorno irregular, pero por lo que dejó entrever antes del parón tiene un potencial importante, superior a la media de Segunda y eso implica la obligación de subir de forma directa, lo que también tiene una responsabilidad añadida, además de la propia exigencia del club. Yo sigo siendo optimista de cara al final de temporada.

—¿Cree que es el equipo más perjudicado por la interrupción de la competición más de tres meses?

—No lo sé. La derrota ante el Alcorcón fue un golpe bajo pero en Lugo se vio claramente que el equipo se levantó bien, ratificando ese potencial que posee. El Almería es un enemigo directo, también con potencial y esa derrota es dolorosa pero no la veo como algo que haga mucho daño a corto plazo, porque queda tiempo y ocho partidos por delante.

—¿Considera que es momento de cambios en la alineación, de que entren jugadores más frescos?

—Creo que Víctor ha tocado cosas ya, ha hecho cambios de jugadores. Jugar cada tres días implica mirar mucho a los que mejor están físicamente y en su capacidad de recuperación. Víctor maneja bien esas cosas y también el equipo es consistente, ya que aúna experiencia y juventud.

—Pero salvo el cambio de Cristian ante el Almería repitió once...

—Vivir el día a día es lo que te da más información. Cuando se pierde, la idea desde fuera es cambiar muchas cosas. Si se hubiera ganado seguro que hablaríamos de ascenso directo y sin problemas. Y tampoco sería así. Quedan 24 puntos, ocho partidos dan para mucho y veo al equipo con muchas posibilidades de lograr el ascenso directo. Ahora mismo, en lo único que tienen que pensar Víctor y los jugadores es en el Extremadura y en no ser pesimistas. Al contrario, confiar en lo que se está haciendo y en la capacidad de recuperación que tiene el equipo, que la ha demostrado varias veces en esta temporada, donde ha sido en algunos momentos irregular pero ha enmendado rápidamente los errores.

—Dos derrotas en una Romareda vacía, ¿jugar ahí es ahora un problema?

—Es una obviedad que ese público ayuda mucho y es un factor clave, pero la competición por ahora es así y no hay que darle más vueltas. Es clave que cada jugador se mentalice individualmente y luego en grupo, siendo conscientes de que es un campo que para los rivales también les motiva mucho por el escenario que es.

—Un jugador clave es Luis Suárez y no ha vuelto al nivel que estaba.

—Creo que es apariencia. Si hace dos goles el martes seguro que se dirá que ha recuperado fulgurantemente la forma. No hay que darle mucha importancia, porque él tiene una capacidad superior a la media de los delanteros de la categoría y creo que marcará la diferencia en los últimos partidos.

—¿Hasta qué punto cree que el Zaragoza echa en falta a Puado y Vigaray?

—Puado me gusta mucho, es un jugador con capacidad de asociación, que es rápido y que da posibilidades a los demás. Tiene una conjugación muy interesante con Luis Suárez. También Vigaray es importante pero en todos los equipos hay bajas. Y el potencial como plantilla que tiene el Zaragoza es más grande que las deficiencias por las ausencias que puede tener de dos o tres jugadores. No hay más remedio que adaptarse a las circunstancias.

—¿Ve al Zaragoza como favorito a subir?

—Es que soy optimista, por esa capacidad de reacción, por los jugadores que hay y por la composición de la plantilla, Y Víctor creo que está haciendo un buen trabajo.

—Muchos tenían la sensación de que en marzo se subía seguro y ahora no se ve tan claro.

—No, yo no lo veía así. Sabía que al Zaragoza le quedaba algún altibajo o recaída porque aún quedaban 11 partidos cuando llegó el parón. Es que ningún equipo en esta temporada se ha destacado ni ha sido muy superior al resto.

—¿Para usted también este es el año del ascenso?

—Pero ya hubo otros que también lo parecía. Por eso no hay que decir que este es el año sino simplemente lograr subir y ya está. Ahora, es clave jugar con convicción, mantener la idea clara de juego y con el pensamiento en subir de forma directa, aunque si no se puede, tampoco sería ningún demérito hacerlo en el 'playoff', también es válido, pero el golpe de no llegar a subir directos sería importante, eso es evidente. Ahora es momento de tener paciencia y convicción y, tras una derrota como la del Almería, reponerse rápidamente como hicieron tras el partido ante el Alcorcón. Esta Segunda además es muy irregular en todos los equipos, que no son tan fiables como en Primera.

—¿Qué supondría para Víctor Muñoz que el Zaragoza volviera a Primera?

—Es que yo estoy acostumbrado a verlo en Primera y no pienso en el Zaragoza en Segunda, aunque ya lo haya dirigido ahí, lo haya vivido y lo haya sentido en esa categoría, pero mi pensamiento es que el Zaragoza es de Primera. No lo siento, ni lo sentiré nunca en Segunda.

—No entrena a un equipo profesional desde que se marchó del Zaragoza en noviembre del 2014. ¿En que está ahora?

—En China estuve durante el 2018 en un centro de alto rendimiento donde se aplicaba metodología de fútbol español dirigiendo a un grupo de 14 entrenadores junto a Pichi Alonso y ahora estoy viendo fútbol y 'viviendo', aunque parece que estuviera casi descatalogado como entrenador.

—¿En qué sentido?

—En este deporte se viven ahora momentos complejos y los directores deportivos son muchos muy jóvenes y de nueva hornada y mi generación de entrenadores lo tiene difícil porque no ha tenido relación directa con ellos. Es como si se hubieran saltado casi una década, pero yo sigo de cerca el fútbol y estoy preparado para volver.

—A entrenar.

—En buenas condiciones, sí. Si el proyecto es idóneo y me da 'inputs' positivos e ilusión, sin duda. Deseo encontrar algo que me guste. Si llega, pues bien y, si no, pues no pasa nada, puedo continuar sin entrenar, aunque es mi pasión, mi vida y es donde mejor me desenvuelvo.

—¿Y si el Zaragoza vuelve a llamar a su puerta? ¿La abriría?

—Ningún equipo con categoría, historia o que esté relacionado conmigo de forma directa o indirecta me dejaría insensible. En el Zaragoza, por todo lo que implica, mucho más, porque en ese club yo lo he hecho todo prácticamente y lo considero mi casa. No le cierro esa puerta, por supuesto que no. Yo estoy preparado para volver a entrenar, pero con la posibilidad de elegir algo que de verdad me motive y me ponga a cien de nuevo.