Esta vez Víctor no acudió al convencimiento seguro en la victoria que mostró antes de los duelos ante el Elche o el Nástic, y en ambos, por cierto, ganó el Zaragoza, pero en la visita de mañana a Córdoba, un partido con un triunfo hasta más vital, recurrió a las ideas de la ambición y de la valentía. «Tenemos que ser un equipo ambicioso, que juegue sin miedo, que soporte la presión que suponen los últimos partidos», aseguró el técnico zaragocista, que dio las claves que tendrá que tener su equipo para ganar en El Nuevo Arcángel: «Debemos ser un bloque agresivo, vertical y muy rápido».

La consigna, pues, está clara. El Zaragoza debe salir en Córdoba a por los tres puntos, sin mirar a lo que hayan hecho los rivales, teniendo en cuenta que cierra una jornada que abre con cuatro puntos de renta con el Lugo, que marca la línea del descenso: «Nuestro objetivo es ganar y no vamos a cambiar nuestro plan en función de los resultados que se den», afirmó, para después quitar el carácter de vital al choque, ya que aún restarán seis jornadas más tras jugar en Córdoba: «No es mi partido más importante aquí, porque cuando llegué (Extremadura) íbamos los penúltimos y una derrota habría sido no ver luz. Es muy importante, pero no decisivo. Tiene una importancia capital, una gran trascendencia a nivel emocional, pero no es un sí o un no. Es un rival directo, porque ellos querrán agarrarse a las posibilidades que tienen y será un partido duro», sentenció.

«Si ganamos no tenemos garantizado el objetivo y, si no vencemos, tampoco habremos perdido la meta», añadió, para ahondar más en ese trabajo de restar algo de presión para su equipo, aunque es obvio que esos tres puntos en Córdoba serían fundamentales «para darnos más confianza, más seguridad, y ofrecer lo mejor de cada uno, porque todos podemos dar mucho más en este tramo decisivo de la temporada».

Al Zaragoza el parón liguero con la victoria en los despachos ante el Reus le ha venido muy bien «para resetear de nuevo todo. Ojalá tenga un efecto positivo el parón, estoy convencido de que sí, de que nos ha venido bien tras el palo que tuvimos ante el Alcorcón por lo inesperado e inmerecido», indicó Víctor, que ha vivido estas dos semanas pendiente de la enfermería (James, Cristian, Benito, Lasure….), como desde que llegó: «El tema de las lesiones ni me altera ni afecta mucho, es lo que vivimos todas las semanas», explicó con un claro gesto de resignación.

Espera el técnico un «partido de alternativas y abierto, porque ellos van bien hacia arriba. El Córdoba es un equipo que se abre, que se asocia bien, aunque poseen registros defensivos de goles encajados muy altos» afirmó, señalando los 67 tantos que ha recibido el Córdoba, un lastre que revela su gran debilidad defensiva, lo que ha sido su condena para estar casi desahuciado: «Nosotros nos sentimos más cómodos con la pelota y ellos son más peligrosos cuando logran asociarse. Los dos vamos a intentar priorizar el balón».

CON CUATRO ATRÁS / No lo quiso anunciar, pero dejó entrever que no repetirá el esquema con tres centrales que usó en Cádiz. Así, jugará con línea de cuatro atrás. «Cualquiera de las dos opciones es viable, pero es evidente que era más propicio el partido de Cádiz para ese tipo de dibujo que el de Córdoba», indicó, para acabar hablando de Guti , al que no ve aún a tope: «No está para 90 minutos. Está mejor y creciendo, aunque no excesivamente rápido. A él y a otros como a Papu todavía les falta. Para él fue una prueba exigente entrar 70 minutos contra el Alcorcón y sumó bastante».