Una de las mejores noticias de los últimos partidos es el renacimiento de Carlos Vigaray, que camina con paso firme hacia su mejor versión. El lateral madrileño se ha adueñado del costado derecho de la defensa y ha dejado atrás las lesiones que le han traído por la calle de la amargura durante mucho tiempo. "Me encuentro cada vez mejor. Las lesiones nunca pasan por mi cabeza ni pienso en ellas sino que las afronto cuando tocan y ya está. Estoy trabajando para dar mi mejor nivel y muy comprometido con el equipo y con la situación", ha afirmado el madrileño esta mañana antes del entrenamiento.

Su presencia en el once es segura el viernes en un partido marcado en rojo tanto para el Zaragoza como para el Albacete, colista en la tabla. "Nos jugamos la vida y solo pensamos en este partido. El vestuario está animado, con ganas y confiado en sacar esto adelante afrontando cada encuentro como si nos fuera la vida en ello”, ha asegurado el madrileño, que prevé un duelo "muy igualado e intenso" ante un adversario que exigirá "mucha concentración" porque “ponen muchos centros al área y son un equipo rocoso que nos va a exigir".

También la estrategia se antoja esencial. Precisamente, esa faceta está provocando serios problemas a un Zaragoza que ha encajado casi el 40% de sus tanto a través del balón parado, una disciplina que apenas ha dado alegrías en ataque. "Estamos viendo vídeos para corregir fallos. Estamos encajando muchos goles en la estrategia, pero JIM ha traído una nueva forma de defender estas jugadas que creo que nos va a ayudar", opina Vigaray, que valora la "alegría" que, en su opinión, ha llegado con el nuevo técnico. "Dio normalidad a todo. Nos dijo que no nos preocupáramos y ha sido fundamental para cambiar el chip. No nos salía nada pero con él hemos ganado en confianza y en alegría".