-¿Alberto Zapater está para jugar 90 minutos el sábado en la vuelta de la Liga contra el Alcorcón?

-Hace una semana te hubiera dicho que sí. A día de hoy tengo dudas. Por la rodilla, sí. Por otros temas que creo que nos van a pasar a todos, alguna molestia, pues vamos a ver... Ahora mismo ningún jugador, ni del Zaragoza ni de ningún equipo, va a tener el tono necesario. Esto es la dificultad de todo esto. No hemos podido jugar 90 minutos contra nadie, ni un amistoso. Tengo una molestia en el aductor que me da mucha rabia, aunque hoy he entrenado con normalidad. Pero con la rodilla estoy muy contento. Ya no pienso en ningún momento en ella cuando trabajamos en la Ciudad Deportiva.

-Lleva muchos meses sin jugar, en Rusia tuvo otros problemas físicos también de importancia. ¿El fútbol le ha hecho sufrir demasiado?

-El fútbol es sufrimiento. Mi generación vive el fútbol sufriendo y ese sufrimiento es el que nos hace disfrutar. Esa angustia por el mañana, por el estar bien, por el competir, que lo llevamos a la máxima expresión, las 24 horas del día. El humano es de memoria frágil, está pasando ahora con el coronavirus, que parece que no ha existido, pero las lesiones son muy ingratas, te frustran. Hay que tener memoria para todo. El deporte profesional es llevar tu cuerpo al límite. Ahora con los jugadores hay cosas que han cambiado para peor y con otras, para mejor. Se cuidan mucho más, los detalles, la alimentación, el descanso, la forma de entrenar... En lo que a mí respecta he tenido que hacer unos esfuerzos pagando un precio alto, dejar de estar con mi familia, que es un tiempo que no recuperas. He intentado disfrutar ese proceso sin saber cuál iba a ser el resultado, pero teniendo claro que iba a pelear y a quedarme tranquilo con mi conciencia intentándolo hasta el final. Más que he hecho no podía hacer. Esto es un triunfo personal. Ahora queda el del equipo, ascender.

-¿Tiene una capacidad agonística especial?

-Llegará un día en el que tendré que decir basta. Seguramente me equivoqué el año pasado, y seguramente volvería a hacer lo mismo, al jugar todo el año con muchas molestias, pero como era una lesión que ya había tenido con 21 o 22 años y había convivido con ella, me fie de la experiencia de haberla sufrido. Pero no funcionó. El rotuliano me pegó un hachazo y me dejó literalmente cojeando. ¿Si tengo esa capacidad agonística? No lo sé. Las cosas para que valgan la pena tienen que costar. Desde los once años que me fui del pueblo a Zaragoza ya fue un sufrimiento. Dejé a mi familia y eso te mata a esa edad. Yo llegaba el domingo y estaba llorando.

-¿Cómo ve al equipo físicamente, de sensaciones, a tres días de jugar con el Alcorcón?

-Lo veo bien, mejor de lo que esperaba físicamente. Hay unas incógnitas que tenemos todos, con las temperaturas, las lesiones, el ritmo que vayan a tener los partidos, pero veo un equipo con mucha confianza y que desde el primer día me sorprendió por cómo estaba la gente. Vamos a ver cómo empieza la cosa, porque es muy importante el inicio y hacerlo bien.

-¿Cree que el Real Zaragoza puede recuperar el nivel tan notable que tenía antes del parón?

-Sí. Los dos últimos partidos que se jugaron, no lo digo solo yo, creo que lo dijo el míster también, no fueron los mejores que hicimos. Pero sacamos cuatro puntos. Hay que saber pelear, sufrir para sacar ese rédito, como en Málaga y Santander. Sí teníamos la dinámica de decir desde fuera y desde dentro, ‘buah, va a salir todo bien’. Eso es lo que llevo percibiendo todo el año, lo que antes siempre era cruz ahora salía cara. Confío en que vuelva a pasar. Tenemos cinco puntos más y sabemos de la importancia de empezar bien porque es un esprint de solo once partidos. Ojalá en semana y media o dos semanas llevemos diez puntos de ventaja, por ejemplo. Va a ser todo muy rápido para bien o para mal.

-¿Usted qué mira, que el Cádiz está a un punto en el liderato o que el Almería y el Huesca están a cinco?

-Miro ganarle al Alcorcón. Eso lo primero. Y luego a los que están a cinco. Al final lo importante es a cuánto está el tercero. Pero no vamos a especular con puntos y distancias de ningún modo. El partido del sábado es una final. Y en Lugo tendremos otra.

-De momento se va a volver a jugar a puerta cerrada. ¿Es partidario de empezar así?

-Lo veo como que no hay más remedio y lo veo como lo que ha pasado en la sociedad y le ha ocurrido a cualquier gremio, que hay que adaptarse a las circunstancias. Lo deseable sería volver del modo que estábamos, con ese ambiente increíble en La Romareda, pero la realidad es la que es. Seguramente en un momento de mi vida en el que valoras mucho la familia y también por algunas situaciones personales, el otro día dije que yo seguramente a mi familia no la llevaría al campo. Pero igual el 30 de junio se ve de otra forma. Igual antes se veía todo para mal y ahora se ve todo para bien, si los casos siguen bajando. Entiendo que si dejan entrar será porque se puede.

-¿Su valoración personal de este tema cuál es: es prudente jugar con público o se le está perdiendo el respeto a la pandemia?

-Cada uno tenemos situaciones personales particulares que te pueden llevar a ver las cosas con un respeto o con otro. Mis hijos, por ejemplo, no van a acabar el colegio, están con clases on line. Y la educación debería ser una de las cosas más importantes de la sociedad y no han ido al colegio. Pero entiendo que los que saben de esto cuando toman unas decisiones valoran todo, la salud, el seguir adelante, la economía... Pero no soy un experto, no tengo ni idea.

-¿El jugador corre menos si no hay gente en las gradas? ¿Se esfuerza y se incentiva menos?

-Nosotros somos un equipo al que la gente nos da un plus, seguramente más que a otros. Eso es así. La afición te exige y esa exigencia hace que te esfuerces al máximo en hacer todo bien, en dar el pase bien, en correr de manera consecuente. Eso La Romareda te lo da. Cuando se habla de que los equipos juegan en casa diferente a cuando lo hacen fuera es porque el de casa tiene ese plus de más y el rival da un pasito para atrás. ¿Si las medidas de un campo son las mismas por qué los partidos son diferentes según el escenario? Ahora no sé qué vamos a sentir, igual dentro de un mes tengo otra valoración, pero creo que será raro, histórico, aunque verdaderamente no sé cómo nos vamos a sentir.

-En la asignación de los horarios por parte de LaLiga ha habido hasta el momento diferencias de tiempo de descanso entre unos equipos y otros. ¿Usted ve una mano negra?

-Entiendo que al final a todos nos tocarán unos descansos y otros. Es verdad que ahora al principio a nosotros nos va a tocar apretar mucho más. Cada hora para nosotros y para todos va a ser gloria. Pero si dicen que va a ser para todos igual, esperemos que así sea después.

-¿Cree que Víctor Fernández va a continuar en el banquillo la próxima campaña?

-Creo que todos queremos eso y que todo el zaragocismo quiere eso. El club también se ha manifestado en ese sentido. En cualquier caso no creo que él esté pensando en eso ahora mismo. Pienso que estará pensando en cómo ganarle al Alcorcón, que es lo verdaderamente importante para el equipo.

-¿Zapater qué va a hacer la próxima temporada?

-Seguir jugando.

-¿Va a subir el Real Zaragoza a Primera División?

-Sí.

-¿Qué supondría eso para el club, para la ciudad, para la afición, para ustedes los jugadores? ¿Cómo lo expresa en palabras y cómo lo cuantifica?

-Siempre digo lo mismo. Ha habido mucha gente joven que no es del Real Zaragoza por no haberlo visto en Primera División y los que lo son es porque se lo han metido en vena los familiares, o porque han ido a La Romareda. Cuando hablamos de que la Primera División es el lugar que merece el Zaragoza lo decimos por la historia, por la ciudad, por nuestra afición y eso es así. Cada dos semanas se ve en el estadio. Y luego están los ingresos por televisión, que la diferencia entre Primera y Segunda División es muy grande, que antes seguramente no lo era tanta. Está la deuda del club. Son tantas cosas.. Seguramente es más importante para el Real Zaragoza subir a Primera que para un equipo grande ganar un título.