No está la cosa como para recrearse. El Zaragoza lo ha hecho tan mal a lo largo de la temporada que hace tiempo que perdió el derecho a cualquier licencia. No hay lugar para la relajación o la autocomplacencia. La huida en la que se encuentra inmerso el equipo aragonés le obliga a avanzar con paso firme sin mirar atrás. Para escapar del peligro aún inminente, se impone mantener el ritmo adquirido desde la llegada de JIM, un bálsamo en toda regla para un Zaragoza bien distinto desde que el alicantino tomó las riendas. Más alto, más guapo y con mejor aroma, afronta este viernes en Sabadell una nueva etapa en su recorrido hacia la salvación. De nuevo, ante un rival directo con el que, como sucedió con casi todos, no pudo en la primera vuelta. Aquel milagroso empate fue el primer punto de los catalanes, que llegaban a La Romareda con casi todos los casilleros vacíos pero que se mostraron superiores a un adversario que comenzaba a adquirir el aspecto cadavérico que le envolvería en cuerpo y alma poco después hasta acabar con Baraja. La caída se aceleraría aún más, hasta que llegó JIM para frenarla en seco.
El Sabadell recibe al Zaragoza inmerso también en su mejor momento de la temporada tras enlazar siete encuentros consecutivos sin perder. De hecho, los del exzaragocista Antonio Hidalgo todavía no han caído derrotados en el 2021, aunque solo han ganado dos de los partidos disputados. Eso sí, en su feudo, como lo era el Málaga, son mucho más vulnerables. Tanto que el cuadro arlequinado es el peor local de la categoría con apenas diez puntos sumados en doce jornadas.
A la conquista de otro territorio se dispone un Zaragoza que, en cambio, ya se ha desprendido de esa pesada losa que suponía no haber ganado un duelo todavía a domicilio. El triunfo en La Rosaleda liberó a los de JIM para afrontar las siguientes batallas con mejor ánimo y espíritu. También el gol comienza a dejar de ser ese problema grave que viene sufriendo el equipo durante toda la campaña. Con JIM, el Zaragoza ha anotado en todos los partidos, milagro, y apenas encaja en uno de cada dos. Así se construyen los equipos fiables.
Sin Cristian
Eso, la fiabilidad, es lo que viene caracterizando a una escuadra que hoy tampoco podrá contar con Cristian Álvarez, lesionado. Claro que la brillante trayectoria de Ratón fuera de casa desde que está en la primera plantilla y su notable actuación en La Rosaleda restan dramatismo a la ausencia del argentino. No se prevén más cambios en un once que el zaragocismo comienza a recitar de carrerilla. Buena señal.
En esa alineación ya es fijo un chaval de 18 años que mantiene en el banquillo al fichaje llamado a marcar diferencias en retaguardia. Alejandro Francés y su montón de actuaciones sobresalientes suponen una de las claves del resurgir del Zaragoza. A su lado, Jair, como siempre. Ambos han logrado formar una pareja sólida, solvente y fiable que apenas comete errores. De eso se trata para seguir con vida.
En los laterales, Vigaray, cada vez más cerca de su mejor versión. llega de completar su mejor actuación del curso en La Rosaleda, donde estrenó su cuenta anotadora. Al otro lado, Chavarría, un clásico pese a ser un recién llegado a la categoría.
Tampoco se avecinan novedades en un centro del campo que vuelve a estar compuesto por tres centrocampistas puros. Sin duda, la disposición que mejor sienta a Eguaras para que este sea Eguaras. Francho y James ejercerán de fieles escuderos en el 4-1-4-1 que, previsiblemente, seguirá utilizando JIM. Desde la izquierda aparecerá otra vez Narváez. Al colombiano le gusta poco el sitio, pero al equipo le sienta tan bien esa ubicación que no parece que vaya a salir de ahí. Bermejo continuará en la derecha para ser uno de los aliados más cercanos a Álex Alegría.
Enfrente, el Sabadell promete problemas. Tan cierto es que no gana en casa desde noviembre como que es el equipo que más tiempo acumula sin perder. Además, no ha encajado un solo gol en los dos últimos encuentros y viene de derrotar a domicilio a Las Palmas, un equipo en alza hasta que se cruzó con los catalanes.
Hidalgo hará pocos cambios en el once que ganó en tierras canarias. Mantiene las bajas de larga duración del central Aleix Coch y del delantero Néstor Querol, mientras que el central Juan Ibiza es la principal duda tras perderse el último compromiso por molestias físicas.
No se lo perderán Guruzeta y Stoichkov, seguramente los dos principales peligros del Sabadell. Y Álvaro Vázquez, el exzaragocista recién llegado en el mercado invernal que espera con el colmillo bien afilado. Lobo, le llaman. A ver cómo se porta entre leones.
