El calendario abre hoy el mes de diciembre y esa pequeña anécdota constituye un buen presagio para el Zaragoza, que deja atrás un noviembre negro con dos puntos de doce en la Liga y una derrota en Austria en Copa de la UEFA que ha convertido el partido ante el Dnipro de esta noche en vital para que los colores zaragocistas sigan paseando por el Viejo Contiente. Nadie en el Zaragoza quiere hablar de crisis, aunque algunos ya admitan un bache importante, pero discusiones lingüísticas al margen, lo cierto es que el equipo de Víctor ha experimentado un bajón, no sólo de resultados, también de juego, en los últimos partidos y que la única solución para superarlo está en dos victorias en La Romareda, el gran bastión zaragocista en lo que va de curso y en donde el equipo debe enderezar el torcido rumbo actual. Primero, con un triunfo ante los ucranianos hoy, y después, con otro en la visita del Espanyol el próximo domingo.

Nadie en la plantilla zaragocista ha escondido el carácter absolutamente decisivo que tiene la cita europea ante el sorprendente Dnipro. La liguilla en el Grupo C ha tenido un desarrollo diferente al esperado y el rival de hoy se planta en La Romareda con un expediente impoluto --tres victorias-- y con el pasaporte sellado. Así saltará al terreno de juego, con la única tarea de asegurarse la primera plaza, para lo que le basta con un empate, teniendo en cuenta que descansa en la última jornada. Diferente es el planteamiento del Zaragoza. Y, por supuesto, mucho más angustioso. Un triunfo supone conservar esperanzas para el primer puesto del grupo --con las ventajas que eso conlleva en el sorteo-- y dejar el pase casi firmado antes de viajar a Brujas, pero no ganar y posponer los deberes para ese partido en tierras belgas, ante el líder destacado de la Liga de ese país, es un riesgo muy elevado, casi suicida.

TOLEDO O ARANZABAL La buena noticia para tan trascendental choque es que Villa volverá al once de inicio después de perderse dos partidos por lesión y sólo jugar la segunda parte en el desastre del domingo en Soria. Este regreso es todo un notición para las penurias ofensivas del Zaragoza en los últimos partidos, ya que el Guaje hace tiempo que tiene colgado un cartel de imprescindible que los hechos han confirmado de pleno. Junto a él, Víctor planea un once similar al que cayó ante el Numancia, ya que es probable que Toledo le quite la plaza a Aranzabal en el carril zurdo. En la duda de Cani o Javi Moreno para acompañar a Villa tiene más opciones el ariete valenciano, que haría bien en ir despertando cuanto antes del letargo goleador que vive.

BAJAS EN EL RIVAL Enfrente, un Dnipro que llega diezmado por las lesiones y por la más que tensa situación política que se vive en Ucrania. Eso y tener el pase ya asegurado hace pensar en un enemigo no demasiado centrado en el envite, pero peligroso a pesar de todo. Apostará por una defensa consistente, tres centrales, y por la rapidez al contragolpe. No se le da bien al Zaragoza atacar este dibujo, algo que se puso de manifiesto frente al Racing o el Numancia. Pero es lo que hay. Como también que el equipo de Víctor no puede fallar. Toca despertar ya, abrir los ojos de una vez. Toca ganar para acercarse a los dieciseisavos y dejar atrás los tambores de crisis o...