El Real Zaragoza, tras la reunión telemática que esta mañana ha mantenido su cuerpo técnico, con Víctor Fernández a la cabeza, además de José Luis Rodríguez Loreto, segundo entrenador y Roberto Cabellud, preparador físico, ha decidido mantener en suspenso hasta el lunes 30 de marzo los entrenamientos y decidir entonces en función de la evolución de los acontecimientos si se retoman los entrenamientos colectivos del primer equipo. Todo en función de cómo se vayan marcando los pasos en relación con la pandemia del coronavirus y su influencia en las decisiones que se tomen en LaLiga y la Federación sobre la competición

Primero se ha elaborado una encuesta para conocer las situaciones personales y las posibilidades de desarrollar el trabajo en los domicilios particulares. “Vamos a supervisar a nuestros jugadores en sus domicilios para en la medida de lo posible mantener los niveles de forma. Con los materiales y espacios que tienen en sus casas hemos elaborado planes individuales para mantener niveles de fuerza, resistencia y flexibilidad y además haremos controles más exhaustivos si cabe para mantener los niveles de peso y los porcentajes de grasa”, aseguró Roberto Cabellud. En este sentido se les ha dado a los jugadores una pauta específica de alimentación y se les realizará un seguimiento antropométrico exhaustivo para conocer la evolución de los futbolistas durante el tiempo que desarrollan el trabajo individualizado.

“Esta medida está prevista para estos quince días. Para un deportista es tiempo, pero con el volumen de entrenamiento que llevamos y las medidas que vamos a adoptar si bien no va a ser igual que si estuvieran en los entrenamientos y en la competición con normalidad pero sí para mantener unos buenos niveles”, añadió el preparador físico zaragocista, que a partir de esa quincena espera que las medidas a nivel nacional contra el coronavirus sirvan en el caso de la plantilla para “pasar a otro escenario ya diseñado y previsto”.

“Los jugadores lesionados tendrán la supervisión de los fisioterapeutas. Los que estén más avanzados harán un plan más cercano al del resto de sus compañeros y los demás seguirán con el tratamiento con los fisioterapeutas”, concluyó Cabellud. Al margen de Dwamena, de baja indefinida por su afección cardiaca, el único jugador lesionado de gravedad es Javi Ros, operado del menisco externo a principios de febrero, mientras que André Pereira acabó con una leve contractura en el cuádriceps ante el Málaga. Zapater ya se integró la semana pasada a los entrenamientos del primer equipo tras su operación en la rodilla en octubre por sus molestias en el tendón rotuliano derecho.