En un equipo como el Real Zaragoza, con un árbol genealógico de fuertes raíces suramericanas en su tradición de fichajes, no es extraño que en su plantilla destaque el número de jugadores de ese continente. No es tan habitual, sin embargo, que todos formen parte del once . Ponzio, Alvaro, Milito, Toledo, Savio y Galletti, por minutos disputados, pueden considerarse hasta la fecha titulares, con la particularidad de que cuatro dan forma a la línea defensiva. Media docena de los futbolistas que en cada partido se visten con la camiseta del Real Zaragoza no son españoles. La excepción a la regla tanto en los planes de Víctor, con quien apenas cuentan, como en el hemisferio de procedencia es el serbio Drulic, el único extranjero que actúa de delantero y que ni entra en las convocatorias del técnico.

Sólo el Real Madrid y el Barcelona suelen alinear la misma cantidad de profesionales nacidos en otros países, aunque sus mapas son más amplios. El equipo de García Remón juega asiduamente con Roberto Carlos (Brasil), Samuel (Argentina), Bekcham (Inglaterra), Figo (Portugal), Zidane (Francia) y Ronaldo (Brasil), y el azulgrana con Márquez (México), Gio (Holanda) Belletti (Argentina), Deco (Portugal), Ronaldinho (Brasil) y Etoo (Camerún). El Atlético, otro asiduo de la apuesta suramericana, deposita su confianza en Leo Franco (Argentina), Perea (Colombia), Sosa (Uruguay), Luccin (Francia) e Ibaigaza (Argentina). El desembarco italiano entre los fijos del Valencia también llama la atención (Corradi, Di Vaio, Moretti y Fiore) o el espíritu ecléptico de la columna vertebral del Racing (Aouate, Nafti, Anderson, Benayoun y Regueiro). Ningún club, sin embargo, es tan reconocible por su perfil como el Real Zaragoza, el American team , pese a que en este curso ha perdido por fin de contrato a un clásico de los últimos tiempos como el peruano Rebosio.

LA DEFENSA El epicentro se localiza en la defensa, un cuarteto en el que Cuartero, frenado por un par de lesiones, ha ido ganando protagonismo sin desplazar todavía en presencias a Ponzio, quien tiene una curiosa historia de recorrido por la cancha hasta situarse en no pocas ocasiones en la reserva. La temporada pasada comenzó de mediocentro, su posición natural, donde formó con Soriano en la era Flores . Con Víctor Muñoz adquirió un papel más secundario, sobre todo porque el mando recayó en Movilla durante la segunda vuelta. La irrupción de Zapater y la apuesta del entrenador por Cuartero como lateral le envió directamente esta temporada al banco, del que, por circunstancias, ha salido hasta recuperar notoriedad en el equipo (es el undécimo componente de la plantilla con más minutos disputados).

Alvaro y Milito llegaron a formar una de las parejas de centrales más respetadas de la Liga después de haber superado traumas personales como el asunto de los pasaportes falsos en Las Palmas que sufrió el brasileño o la negativa del Real Madrid para contratar el argentino en un sospechoso reconocimiento médico que le dio como inútil para un equipo con tantas exigencias competitivas. El Mariscal se tomó su personal revancha en al final de la Copa del Rey, mientras que Alvaro fue primordial en la salvación del equipo con sus seis goles y un especial recuerdo para el último que marcó ante Osasuna en el minuto 90. Dice la leyenda, y no le falta razón, que sin ese tanto del piadoso central frente a los navarros, el Real Zaragoza se hubiera ido al infierno.

Este curso, sin embargo, han perdido sintonía y concentración. Su irregularidad y la escasa predisposición natural del resto de sus compañeros en labores defensivas han convertido al equipo aragonés en un coladero por abajo y en un flan por arriba. En 17 jornadas, el equipo aragonés ha encajado 29 goles, a una media de 1.70 por encuentro. De seguir con este ritmo, llegaría al final con 66 goles en su cuenta negativa, muy por encima de los 55 de la sufrida campaña anterior.

Toledo sobrevive en la titularidad. Se le buscó un recambio más flexible, más ofensivo, con más toque, y apareció Aranzabal. El guipuzcoano aterrizó sin el elegante equipaje que le distinguió en la Real Sociedad, con la languidez del que se sabe pasajero accidental. El paraguayo hizo valer su constancia, su espartana disciplina y su altura, sin duda la mejor aprovechada en los balones colgados del enemigo para entregarle el relevo de reserva a Aranzabal. Ya no hay quien le quite el puesto.

SAVIO, OTRA HISTORIA Por arriba circulan el argentino Galletti --con permiso de un Cani que está ganando fuerza en el once-- y el brasileño Savio. El Hueso , héroe de la Copa en Salamanca y en Montjuïc, no termina de cuajar. Sigue presentando como mejor aval su explosiva velocidad, pero dinamita tanta rapidez con una precisión ramplona y una aceleración excesiva. Y lleva tan sólo seis goles en tres temporadas, los mismos que Alvaro en dos.

Lo de Savio es especial. Tuvo una parte del curso espléndida trufada con goles de ensueño y genialidades para todos los gustos, y su rendimiento suele rozar casi siempre el notable en compromiso y en efectividad. Esta campaña, en la que ha asumido un rol de mayor responsabilidad, está siendo con diferencia el extranjero más importante del American team , el mejor jugador del Real Zaragoza.