El Real Zaragoza no se encontró la victoria, que pudo escapársele en la primera mitad, sino que la buscó después de reponerse de un periodo que el Eibar dominó a su antojo en las botas de Jota. Superado por el equipo guipuzcoano en todas las facetas y aliviado por un gol anulado a Aruabarrena, quien estaba en posición legal al marcar, regresó del descanso con una fiereza extrema y con las ideas más ordenadas. Arrinconó al equipo armero, borró a Jota, y con un colosal trabajo colectivo se llevó los tres puntos en una acción de gran calidad. Un centro desde la izquierda de Rico fue rematado en plancha por Luis García. El tanto fundió al Eibar frente a un Real Zaragoza que no flaqueó y supo, entonces sí, administrar la pelota para sumar tres puntos que le alejan de la zona comprometida y le dejan en una parcela más templada.

Víctor Muñoz estrenó un triunfo que lleva su seña de identidad. Contagia su forma de entender el juego sin medias tintas, sabiendo lo que tiene y lo que no le sobra. Contra el Deportivo y el Alavés se comprobó que el equipo estrenaba dentadura, pero con dientes de leche en ataque y viejos vicios defensivos. Con el Eibar enfrente, el líder hasta hoy y el único conjunto invicto en la segunda vuelta, sufrió porque sus limitaciones son muchas, pero mostró más colmillo una vez superado su complejo de inferioridad y un rosario constante de pelotazos sin destinatario ni dirección.

Los guipuzcoanos, en su momento de mayor inspiración, pudieron abrir una brecha mayúscula si el colegiado no les hubiera dejado sin un gol que lo era. Aruabarrena estaba habilitado por Rico, pero el juez de línea dijo lo contrario. Fuera de juego y a correr como hizo Roger tras una mala cesión de la defensa. El delantero, en una acción muy habitual por repetida esta temporada, se fue solo contra Irureta, pero al llegar envió el balón a las manos del guardameta. Esas concesiones suelen pagarse a un precio alto, sin embargo se alcanzó el descanso como se desploma el náufrago al llegar a la orilla salvadora.

Por mucho músculo y compromiso que se ponga, al final un golpe de calidad vale más que cien al aire o la pantorrilla del rival. Ese instante de máxma lucidez en ataque se produjo en una asociación de Rico y Luis García, una asistencia del lateral que el delantero cazó como los arietes a la antigua usanza, llegando desde atrás en plancha. El Eibar no se esperaba semejante fantasía y perdió la suya desde que hubo una mayor y en ocasiones duro control sobre Jota. Los armeros vulgarizaron su juego y ralentizaron su salida, incapaces de contrarrestar el entusiasmo de un Real Zaragoza que pudo aumentar su ventaja al contragolpe.

No fue un encuentro excelso, pero sí un partido que el conjunto aragonés mereció ganar después de reponerse de la pájara inicial y aplicar valores a su fútbol que el Eibar se fue dejando por el camino. El Real Zaragoza no se ha desprendido aún de su espíritu nazareno, si bien ahora muerde. En ocasiones como hoy en la yugular. Que se le pregunten a Arzo, que vio la roja en los últimos minutos. En ocasiones, ganar al límite se cobra su tributo. Y el pagador lo hace feliz.

Ficha técnica:

1 - Real Zaragoza: Leo Franco; Fernández, Álvaro, Laguardia, Rico; Javi Álamo (Víctor Rodríguez, min.46), Barkero (Esnaider, min.85), Arzo, Montañés; Luis García (Cidoncha, min.72) y Roger.

0 - Eibar: Irureta; Bóveda, Albentosa, Raúl Navas, Yuri; Errasti, Dani García; Jota Peleteiro, Arruabarrena (Capa, min.71), Gilvan Gomes (Eizmendi, min.71); y Morales (Urko Vera, min.58).

Goles: 1-0. Min.61, Luis García.

Árbitro: Munuera Montero. Amonestó con cartulina amarilla por el Eibar a Raúl Navas, Gilvan Gomes, Errasti y por el Real Zaragoza a Arzo y Cidoncha. Expulsó con tarjeta roja directa al local Arzo (min.92)

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga Adelante disputado en el estadio de La Romareda ante unos 18.000 espectadores.