El Real Zaragoza tenía desde el primer momento más que planteada sobre la mesa la posibilidad de realizar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el club por la suspensión de la competición por la pandemia del coronavirus y la declaración del estado de alarma y esa decisión ya está tomada. Así, se está preparando esa medida con carácter inminente con los empleados de la entidad, de las oficinas, de la Ciudad Deportiva y del estadio, mientras que también estaba en estudio y casi decidida la rebaja salarial en los futbolistas y también se han iniciado los contactos en esta semana para realizarla en breve, en los primeros días de la próxima semana, pactada con los cinco capitanes de la plantilla, que ahora y tras la salida de Grippo al Oviedo en el pasado mercado de enero son Zapater, Javi Ros, Cristian Álvarez, Eguaras y Guitián.

Porcentaje de rebaja aún sin cerrar

Aún no está cerrado el porcentaje en el que se llevará a cabo esa reducción, aunque sí será significativo y podría ser superior al 30% del salario de los jugadores, y afectará tanto a los futbolistas como, en principio, al cuerpo técnico que encabeza Víctor Fernández, junto con José Luis Rodríguez Loreto y con el preparador físico, Roberto Cabellud. La negociación la lleva a cabo la plantilla a través de sus cinco capitanes, aunque el director deportivo, Lalo Arantegui, también se vería afectado por esa rebaja salarial que sea pactada al final por los futbolistas y el club aragonés.

El límite salarial del Zaragoza para su plantilla impuesto por LaLiga y actualizado tras el mercado de enero es de 8,1 millones de euros, si bien en esa cifra también está incluida la Ciudad Deportiva, el filial y los técnicos de la cantera. La negociación aún está abierta y de hecho este sábado seguían las conversaciones. En el club esperan cerrarla de forma inminente, en los primeros días de la próxima semana.

En la negociación también se está pendiente de lo que pase en la reunión del martes entre LaLiga y la Asociación de Futbolistas Españoles para cerrar más ese marco, aunque es verdad que algunos clubs como el Barcelona, el Espanyol, el Atlético o el Deportivo Alavés, que lo anunció en la noche del viernes, ya han anunciado esas rebajas salariales sin esperar a esa negociación colectiva, mientras que otros equipos, como el Valencia o el Real Madrid, han asegurado que no van a realizar un ERTE. El lunes también es, por vía telemática, la reunión de las Juntas de División de la patronal de los clubs, donde el Zaragoza estará en la de la categoría de plata, y el tema se encontrará encima de la mesa.

La suspensión indefinida de la Liga supone un varapalo económico para los clubs, aunque sería más grave todavía que se cancelara la competición, ya que los equipos de Primera y de Segunda dejarían de percibir alrededor del 29% de sus ingresos por derechos de TV. Es la principal fuente de entrada de dinero que tiene la entidad zaragocista y también todos los clubs profesionales, aunque el porcentaje de esa importancia varía entre unos y otros.

Las pérdidas de una cancelación total en Primera y Segunda arrojarían unos 678 millones de euros: 549 millones por televisión, 88 por abonos y 41,4 por taquillas. Los clubs dejarían de ingresar 435 millones de los 1.664 que perciben en Primera y 48 del total de 185 millones de Segunda, ya que las televisiones no pagarían las 11 jornadas que restan en la élite y en la categoría de plata y el 'playoff' en esta última. Las pérdidas por taquillas en Segunda rondarían los 2,5 millones y las de los abonos superarían los 9 millones.

Unos dos millones

El Zaragoza tiene presupuestados en esta temporada unos ingresos de 15,7 millones, con 7,3 por televisión. Si los derechos televisivos no se abonan en ese 29% el daño es considerable, más de dos millones de euros. Mientras, los abonos, cargados a los socios a principio de temporada suponen unos 4,6 millones del presupuesto. El Zaragoza, con casi 80 millones de euros de deuda en estos momentos, ha logrado en las últimas temporadas capear el temporal, aunque han sido básicas las aportaciones de la Fundación, que han rondado los 22 millones. Si la competición se puede acabar en esta temporada y esos ingresos por televisión llegasen, el club trataría de restaurar esa rebaja salarial impuesta a sus futbolistas y el cuerpo técnico para que pudieran cobrar al final el salario que está fijado en sus fichas. El problema es que no se sabe cuándo se podrá volver a jugar y si será a puerta cerrada, lo que también eliminará ingresos en taquillas.