El Real Zaragoza está incumpliendo los pagos que acordó en el verano pasado con Hélder Postiga, al que se le adeuda una cantidad importante de dinero, como aseguraron fuentes muy cercanas al futbolista portugués, que está empezando a perder la paciencia por la actitud de la SAD y que no descarta en absoluto denunciar al Zaragoza en breve si no se le abonan los cuatro pagos que le adeuda en este momento. Por ahora, el punta luso está a la espera de hablar con sus abogados para decidir los pasos a dar, pero su entorno no duda en aseverar que su enfado es notorio.

El delantero pactó un calendario de pagos en el verano pasado antes de marcharse con destino al Valencia, que cerró su contratación en tres millones más otros 375.000 euros si marcaba 15 o más goles en la entidad valencianista en su primera temporada, aunque al final fue cedido en enero a la Lazio tras anotar solo tres dianas. En el club italiano ha disputado cinco encuentros por culpa de una hernia discal, aunque al final ha sido convocado por Paulo Bento para el Mundial con Portugal.

En el verano del 2013 el punta accedió a ese calendario de pagos por la cantidad que el Zaragoza le debía de la temporada pasada, una parte considerable del total de la ficha, y el club aragonés cumplió en los primeros, pero no lo ha hecho en los cuatro últimos. El club se vio obligado a traspasar a Postiga, que tuvo antes la posibilidad de irse al Sevilla y que dio todas las facilidades para que su traspaso al Valencia se pudiera llevar a cabo.

Postiga, que tenía la ficha más alta de la plantilla, con en torno a 1,5 millones de euros brutos, está teniendo paciencia porque recuerda con mucho cariño su etapa en el Zaragoza, dos años que relanzaron su carrera y en los que fue, sobre todo en el segundo, la referencia indiscutible para Manolo Jiménez. En la primera temporada (11-12) anotó 9 dianas y en la segunda, en la pasada, 14, su mejor registro realizador en una Liga. Además, el delantero portugués también está muy agradecido a la afición zaragocista, de la que destaca el cariño con el que le trató en todo momento.