Probablemente no haya ni un solo equipo de los importantes de la categoría de plata, de los que aspiran a subir a Primera, que no tenga apuntado el nombre de Martín Merquelanz para la próxima temporada. Y seguramente también habrá varios de la élite actual que lo tengan señalado en rojo por si acaso la Real Sociedad decide darle otro año de cesión. El extremo irundarra, con ocho goles y cinco asistencias en las 23 jornadas disputadas, de las que ha jugado en 22, es la máxima referencia anotadora del Mirandés, pero es mucho más que eso, porque el fútbol del conjunto burgalés gravita en la zurda del futbolista vasco, que se ha levantado con una fuerza tremenda en esta temporada de dos lesiones de cruzado consecutivas, una en cada rodilla.

La Real Sociedad deberá decidir en verano sobre el futbolista, con contrato hasta el 2021 y miembro de una de las mejores generaciones recientes de la cantera 'txuri-urdin', la nacida en 1995 y en la que están también Odriozola, Bautista, Luca Sangalli o Guridi.

Este último es el vigoroso centrocampista cedido como Martín en el Mirandés, si bien Guridi lleva ya dos temporadas consecutivas en Anduva y fue uno de los grandes artífices desde enero del ascenso a Segunda. También debe regresar como Merquelanz a Anoeta, aunque la retirada de Zurutuza le abre más las puertas a quedarse. La presencia de los dos cedidos en Anduva ha hecho que Agirretxe, histórico delantero y ahora miembro de la secretaría técnica de la Real, tenga sitio fijo en el estadio del Mirandés para seguir a los dos, por otra parte indiscutibles en el Mirandés.

No lo tiene tan fácil para lograr quedarse Merquelanz pese a su deslumbrante curso en Segunda. Si hay salidas, sobre todo la de Januzaj, tendrá muchas más opciones, pero ahora mismo el ataque realista es de nivel y, aunque Odegaard regrese al Real Madrid, como así parece que será, cuenta aún con Oyarzabal, Portu, Willian José e Isak, además de Barrenetxea, casi inédito en esta temporada. En todo caso, la Real Sociedad le ofrecerá la renovación y una cesión, con destino a Primera, sería el objetivo si no tiene sitio para Imanol Alguacil.

El actual técnico realista conoce de sobra a Merquelanz, al que tuvo cuatro años a sus órdenes en el filial, en el Sanse, donde disputó 99 partidos y anotó 17 dianas hasta que el 30 de diciembre del 2017 se rompió en El Sardinero el cruzado de su pierna izquierda. Entonces, la Real Sociedad había traspasado a Carlos Vela a la MLS, a Los Angeles FC concretamente, y Merquelanz, que era la referencia del segundo equipo, se preparaba para dar el salto, para tener minutos en la Real, para cumplir su sueño. Todo se fue al traste. Su buena capacidad de recuperación hizo que estuviera listo para comenzar la pretemporada y, ya en el primer equipo, pero de nuevo la mala suerte se cruzó en su camino. En la tercera jornada y en su debut en Primera con Asier Garitano se rompió el cruzado ante el Eibar, esta vez en la rodilla derecha y solo a los dos minutos de salir a jugar.

La Real Sociedad le buscó una salida en el pasado verano para que tuviera minutos, para examinar su recuperación tras tanto tiempo de baja, y, a las órdenes de Andoni Iraola, se está saliendo. Es un jugador listo y vertical, con un excepcional golpeo con la izquierda, con una zurda que es un lujo en la categoría, y que llega bien al gol desde la segunda línea. Ha jugado 22 partidos en Liga y dos en Copa, con un total de 9 dianas, y solo entre octubre y noviembre tuvo un pequeño bajón en su rendimiento. Es, además, el encargado de sacar la estrategia ofensiva y con él la sensación de mejorar cada balón que toca es permanente, con 355 pases buenos en lo que va de Liga.

Un dato más: es el octavo goleador de la Liga, pero esas ocho dianas las ha conseguido con solo 35 remates. A Delmás, en La Romareda, ya le dejó su tarjeta de presentación, dando además la asistencia del primer gol a Marcos André en una noche donde la afición zaragocista conoció el buen juego del Mirandés y sobre todo el talento de un futbolista llamado a jugar en la élite en breve, porque esta categoría ya ha dejado claro que se le queda más que pequeña.