Hoy el Mercado Central de Zaragoza abre de nuevo sus puertas tras casi dos largos años de reforma. Las nuevas instalaciones están conformadas por 74 puestos de detallistas que incluyen las diferentes áreas de alimentación y cuatro expositores dedicados a la restauración, una de las grandes novedades que trae la reapertura. A esta innovación se suman otras como, la conexión con el aparcamiento de César Augusto, el próximo estreno de un portal virtual de compras, la iluminación nocturna del edificio, o la transparencia de los laterales, entre otros. El mercado también estrena nuevo horario al abrir también al mediodía permitiendo incrementar la plantilla de la lonja en 350 trabajadores.

La capital aragonesa recibe con entusiasmo la reinauguración de este edificio histórico, que se ha renovado y modernizado pero respetando al máximo su estética para no perder su esencia mientras aporta un valor diferencial más a Zaragoza. La remodelación ha permitido devolver a los ciudadanos un espacio tradicional de compra en unas instalaciones más adecuadas y apropiadas y con un nuevo diseño de los puestos de detallistas.

A finales del mes de mayo del año 2018, los zaragozanos empezaron a ver una situación insólita: el mercado de abastos se rodeaba de vallas mientras comenzaban a llegar los primeros equipos y maquinaria para una obra de tal envergadura. Los trabajos daban el pistoletazo de salida con el desmontaje de todos los puestos de detallistas, así como de la estructura interior.

Con las persianas echadas en cada uno de los expositores, el primer mes de trabajo consistió en la retirada de cada uno de estos junto a los diferentes tabiques, en mayor cantidad de lo que realmente aparentaba la infraestructura. Con el fin de evitar que el polvo generado por las demoliciones saliese al exterior, el cerramiento permaneció intacto hasta que se culminaron las obras interiores. Mientras, continuaban los trabajos para dejar la lonja al descubierto con la estructura diáfana, sin duda una estampa difícil de ver y casi privilegiada para los obreros, se inició el trabajo en los laterales del mercado. La eliminación de las láminas laterales translúcidas dejó al descubierto las columnas metálicas que pasaban casi desapercibidas hasta entonces. La cara verdadera del Mercado Central empezaba a vislumbrarse.

Además, las labores de rehabilitación y limpieza permitieron la recuperación del color original que lucía la lonja en su inauguración en 1903. Una tarea caracterizada por su complejidad puesto que la estructura contaba con nada menos que 14 capas de pintura.

También la dificultad definió la siguiente fase, la restauración de la estructura que acaparó un total de cinco meses. Durante este período de tiempo se fortalecieron los pilares metálicos reparando los siete que estaban desviados, duplicándose estos con nuevos pilares colocados junto a los antiguos para lograr una mayor estabilidad y seguridad, se reforzó el forjado entre la planta baja y el sótano y se colocaron las sujeciones precisas. «Se reforzó la estructura porque no estaba pensada para estar en cubierta. No aguantaba esfuerzos de viento», explica el arquitecto municipal encargado de la reforma integral del Mercado Central, José Antonio Aranaz, para quien rehabilitar este edificio «ha sido toda una satisfacción».

Del mismo modo, el suelo sufrió su particular rehabilitación puesto que la cantidad de agua utilizada para limpiar los puestos provocó que «el techo del sótano o suelo de la planta comercial estuviese totalmente oxidado», señala Aranaz. Una sorpresa desagradable.

A principios de noviembre del 2018 se procedió al desmontaje de la cubierta de 3.500 metros cuadrados que se encontraba en lo alto del edificio desde la reforma realizada en 1986 dejando a la vista de todos los transeúntes el armazón metálico y de madera con sus detalles de diseño. Otra imagen sorprendente.

UNA CAJA DE CRISTAL. Estructura, pintura, limpieza. Era cuestión de tiempo que el cielo del magnífico Mercado Central volviese a aparecer. Con la llegada del nuevo año, en enero de 2019 comenzó el montaje de la nueva cubierta que sustituye en su totalidad a la anterior. Dos meses de trabajo y tres equipos diferentes para la colocación de una superficie de 3.500 metros cuadrados a tapar con paneles prefabricados tipo sandwich, más de 1.700 unidades de entre 2 y 3 metros cuadrados, con madera de cerezo en el interior, aislamiento de alta densidad en la zona intermediaria y un exterior de aluminio con apariencia de zinc. Colocar semejante cubierta no resultó nada fácil. El viento, la lluvia, por no hablar de lo que conlleva trabajar en altura, fueron algunos de los inconvenientes a los que tuvieron que hacer frente para que hoy luzca como lo hace la cubierta acristalada.

Además, las fachadas del perímetro y laterales de la nave central son acristaladas. Una de las principales novedades que trae el nuevo Mercado Central y que permite a los más curiosos ver lo que se cuece en el día a día de la lonja. Del mismo modo que pretende ser todo un reclamo turístico al dar la oportunidad de observar qué productos se venden invitando así a la compra.

MOSTRADORES. Al mismo tiempo que el revestimiento se montaba, la estructura metálica de los nuevos puestos de detallistas comenzaba a cobrar forma. 74 son los nuevos expositores del mercado más grandes y organizados por grupos de alimentos y que cuentan con la tecnología más avanzada permitiendo mantener la misma temperatura a lo largo de todo el expositor. De los mostradores restantes, el servicio de compras a través de internet ocupa uno de estos permitiendo ofrecer un servicio a domicilio y dispone también de una consigna donde guardar las compras, así como un punto de información. Los responsables de cada puesto han contado con la ayuda de empresas especializadas para diseñar sus espacios de trabajo, ya que el ayuntamiento prometió adaptar el diseño, revestimiento y mobiliario de estos a gusto de los comerciantes.

La reforma integral ha conllevado a su vez la restauración de las fachadas sur y norte del mercado con la reparación del reloj, la urbanización de la parte trasera por la que la acera y la calzada están al mismo nivel, más novedades como la iluminación exterior y mayor videovigilancia, la rehabilitación del suelo y del sótano adaptándolo a las nuevas necesidades de un mercado que fusiona el estilo moderno con su espíritu tradicional. M