- Como presidente de la Cámara de Zaragoza, ¿cómo ve la actual crisis sanitaria, social y económica?

- El impacto económico de la emergencia sanitaria precipitada por la covid-19 está suponiendo una crisis a nivel global sin parangón en la historia. Y solo estamos al comienzo; la parte sanitaria parecía controlada y hemos visto que no es así. La economía se sustenta en la confianza y en estos momentos es difícil tenerla. Existen grandes diferencias con la crisis anterior, que tuvo un grave impacto en el sector financiero y en la de la construcción, pero no así en el resto, y que se centró en España y no tanto en otros países del entorno. La crisis actual afecta a todos los sectores y a todos los países.

- ¿Cuáles han sido los sectores económicos más afectados?

- Diferenciamos entre los que han frenado su actividad productiva pero su vuelta a la producción puede ser razonablemente rápida de otros como el turismo, que supone el 11% del PIB español, difícilmente se podrá recuperar hasta final de año. Comercio y hostelería dependen de la confianza del consumidor, pero también de las cifras de desempleo, que actualmente no permiten incentivar el consumo. Aragón, al tener mayor porcentaje de PIB industrial, tiene un asa firme a la que sujetarse, y eso le permitirá una mejor posición de cara a la reconstrucción económica.

- ¿Qué preocupaciones o necesidades les hacen llegar las empresas?

- Las empresas necesitan normalizar su situación comercial para poder generar ingresos, mientras tanto mantienen una lucha sin cuartel por contener el gasto. Los ERTES han paliado en gran medida la situación, y los bonos ICO han sido un buen instrumento de apoyo a las empresas, aunque muchas se han quedado al margen. A pesar de que la viabilidad económica futura de muchas pymes dependerá de que sean capaces de introducir cambios en su modelo de negocio, pueden y deben jugar un papel fundamental en la recuperación. La fortaleza industrial y exportadora de Aragón ya ha demostrado cómo fue capaz de transformar el modelo productivo anterior a la crisis de 2008.

- ¿Qué actividades y servicios han ofrecido las Cámaras aragonesas en este tiempo?

- Lo primero ha sido reforzar nuestros canales de atención a las empresas, recogiendo y resolviendo más de 10.000 consultas, la mayoría sobre la tramitación de ERTE, el cese de actividad por parte de los autónomos, o la posibilidad de aplazamiento de impuestos, cuotas y otros pagos. Además, hemos puesto a su disposición certificados para agilizar trámites y operaciones, como la declaración cameral sobre el impacto de la covid o el certificado de empresa exportadora. También hemos tratado de estar cerca del comercio y de la hostelería, ofreciendo recursos y formación online gratuita que ayuden en su digitalización al primero, y en el proceso de reapertura, al segundo.

- ¿Qué medidas trasladaron al Gobierno de Aragón?

- Con el objetivo de ayudar a las administraciones en el proceso de reconstrucción económica y social las Cámaras de Comercio de Aragón elaboramos una batería de propuestas económicas, laborales, tributarias y sectoriales orientadas a combatir los efectos de la crisis. Pasan por mejorar la liquidez de las empresas, para lo que estimamos que la administración debe acelerar los pagos a proveedores, incluir los locales de actividad de los autónomos dentro de la moratoria de deuda hipotecaria y suspensión de alquiler, o aumentar hasta un 25% del PIB la línea de avales presentada por el Estado y complementarla con préstamos participativos a través de Sodiar y Suma Teruel. Como medidas de carácter laboral y tributario, apostamos por extender los ERTE, la reducción del IAE y del IBI asociado a los locales comerciales con actividad para los ejercicios 2020 y 2021, la bonificación de las cuotas a la seguridad social, así como bonificaciones fiscales a la creación de puestos de trabajo después del estado de alarma.

- ¿Qué tipo de reformas estructurales son necesarias a juicio de las Cámaras?

- En el documento que hemos hecho llegar a las administraciones recogemos medidas en el ámbito de las inversiones, procedimientos administrativos, capital humano, fiscalidad, apoyo a la pyme, infraestructuras o cambio climático. Estamos hablando de ayudar a las empresas a digitalizarse, de consolidar la industria 4.0, disminuir cargas y plazos administrativos, desarrollar una formación profesional acorde a las nuevas necesidades, apoyar a las empresas en procesos como el relevo generacional, la responsabilidad social o la reorientación de su actividad… En el capítulo de infraestructuras, clave para Aragón, es imprescindible finalizar las autovías del Pirineo, acometer la A-68, ejecutar las conexiones ferroviarias e impulsar la banda ancha y la cobertura móvil en todo el territorio, entre otras.

- ¿Cómo ha afectado esta crisis a la Feria de Zaragoza?

- El que FIMA se celebrará ha resultado clave para generar ingresos, y esta feria, unida a la del Mueble, ha conseguido salvar la cuenta de explotación. Hemos hecho un gran esfuerzo para evitar la cancelación de ningún evento o congreso; en lugar de ello, se ha trasladado toda la programación al año próximo, salvo Nupcial y Stock Car que se celebrarán este diciembre. En el aire está la Feria de Muestras del Pilar, que depende de lo que decida el ayuntamiento respecto al programa de fiestas.

- ¿Por dónde debe ir la recuperación económica? ¿Cómo se puede salir de la crisis?

- La recuperación tiene que venir, en primer lugar, de la mano de la confianza, y eso implica una legislación clara y concreta, y mucha transparencia en la información. Segundo paso: activar el consumo interior. Y, en tercer lugar, dar un impulso decidido al sector industrial, cuya internalización puede ayudar y mucho a salvar la economía. Las Cámaras de Comercio pueden ayudar a las empresas a buscar mercados alternativos al margen de Europa porque a corto plazo, o al menos hasta que no sature su oferta, no comprará a terceros.