La Policía Nacional ha detenido este martes a varias personas, entre ellos el presidente del Huesca, Agustín Lasaosa, y algunos jugadores en activo y exfutbolistas, por el amaño de partidos en Primera y Segunda división. El supuesto cabecilla de la red era el exdefensa del Madrid Raúl Bravo, uno de los arrestados hoy.

La operación policial tiene uno de los orígenes de la investigación en una denuncia de la Liga de un Huesca-Nàstic (0-1) de la temporada pasada, partido disputado el 27 de mayo del 2018. Este encuentro levantó la alerta de dos casas de apuestas, 888 y Unibet, porque repentinamente bajaron la apuestas en favor del Huesca. Y subieron mucho las apuestas con dinero ucraniano y chino, que, generalmente, no se ve atraído por la Segunda división española.

100.000 euros por tongo

A raíz de su investigación, la Policía Nacional dispone de un listado de partidos de Primera y Segunda división que han sido supuestamente amañados por la trama en los últimos años. Una trama de amaño de partidos que obtenía unos beneficios de unos 100.000 euros por cada tongo, según han informado fuentes del caso a este diario. Esos beneficios netos quedaban después de pagar a los futbolistas directamente implicados en los partidos. Los jugadores cobraban entre 10.000 y 20.000 euros por su participación activa y directa, en función de su caché y la trascendencia del partido.

Fuentes de la investigación han explicado a este diario que algunos de esos futbolistas pudieron ganar más dinero apostando por su cuenta en los partidos que ellos sabían amañados. No lo hacían a su nombre, según fuentes del caso, sino a traves de tipsters, como se conoce a apostadores profesionales.

Algunos de los jugadores detenidos hoy son Borja Fernández, del Real Valladolid Club de Fútbol; Carlos Aranda, exjugador de varios equipos de Primera División, entre ellos del Real Zaragoza; e Íñigo López Montaña, jugador del Deportivo de La Coruña y exfutbolista del Huesca.

Según la Policía, la manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la Liga o de su final.

Después, se realizaba la apuesta intentando "pactar" apuestas combinadas -resultados parcial y final, resultado final y córneres, por ejemplo), lo que les permitía incrementar notablemente los márgenes de ganancia.

Asimismo, llevaban a cabo un proceso de captación, con una primera aproximación de "tanteo" a algún miembro de la plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes.

Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos fases: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado.

Los responsables de la organización eran los encargados de anticipar el dinero correspondiente al primer pago a los jugadores y a las apuestas.