Todo iba bien hasta que, a falta de cinco minutos para el descanso, Hazard recibió en tres cuartos. El envío, procedente de Valverde, fue acogido por el belga con un control orientado que burló a Nwakali y que le dejó perfilado para ensayar un disparo lejano, disciplina que el Real Madrid todavía no había explorado hasta entonces. El latigazo del madridista, titular por primera vez en la temporada, fue imparable para Andrés, testigo de excepción de cómo el balón rozaba la mejilla de su poste derecho. Hasta ahí duró un Huesca digno y valiente para dar paso a un equipo totalmente distinto, sobre todo, cuando, apenas cinco minutos más tarde, Benzema hurgaba en la herida al culminar con maestría un centro de Lucas que se tragó Maffeo.

El 2-0, tan injusto como inmerecido para ambos contendientes, supuso un golpe demasiado duro para un Huesca que presentó bandera blanca. El varapalo suponía un castigo severo para un equipo que había encarado el partido con valentía y arrojo, mirando a los ojos al todopoderoso adversario. Míche reforzó la medular con Nwakali para acompañar a Mosquera en una línea de cuatro completada por Sergi Gómez y Ontiveros en los costados. para que Borja ejerciera como la compañía más cercana de Rafa Mir. Y el plan funcionó durante una primera media hora en la que los aragoneses derrocharon personalidad y orden. De hecho, Rafa Mir estuvo a punto de envolver en dudas al Madrid cuando, a los siete minutos, una galopada del delantero dejó atrás a Militao y le situó cara a cara con Courtois, pero el disparo del murciano se marchó al lateral de la red.

El susto dio seguridad al Huesca, liderado por un Mosquera colosal y bien escudado por Nwakali ante un Real Madrid en el que solo Modric parecía tener cierta noción de cómo interpretar el partido. El croata aparecía por dentro en busca de los escasos espacios que el Huesca dejaba por dentro para encontrar a Hazard, que avisó al cuarto de hora con un lanzamiento desviado tras recibir demasiado forzado un centro de su fiel aliado.

El partido estaba donde quería Míchel, con un Huesca bien dispuesto sobre el campo y haciendo el duelo incómodo para un Madrid que no disparó entre los tres palos hasta el ecuador del primer tiempo, cuando Ramos cabeceó con mucha intención un centro de Marcelo desde la izquierda, pero el capitán blanco se topó con la acertada intervención de Andrés, que desbarató el peligro.

Pero el Huesca no daba sensación de estar asustado. De hecho, volvió a acercarse con peligro a las inmediaciones de Courtois en un buen centro desde la izquierda de Ontiveros que Sergi Gómez buscó con su pierna buena en lugar de rematar con la derecha, lo que le privó del gol. Poco antes. Rafa Mir, siempre bordeando el fuera de juego, había marcado un tanto invalidado justamente por claro fuera de juego.

Fue entonces cuando el misil de Hazard dobló la rodilla de un cuadro azulgrana que apenas pudo reaccionar ya que el Madrid castigó su abatimiento con otro golpe que acabaría siendo letal. Benzema, hasta entonces inadvertido, resolvió con clase justo antes de que González Fuertes decretase que era hora de descansar. En realidad, el partido ya había acabado.

Porque la segunda parte sobró. Y eso que Míchel cambió los costados en busca de mayor profundidad con Galán y Ferreiro bien abiertos para poner en apuros a Lucas y Marcelo, cuya inseguridad nunca fue explotada hasta entonces. El gallego, sin duda, debió haber empezado de inicio.

Pero poco quedaba ya del derroche de orden y concentración que mostró el Huesca antes del tanto de Hazard. El tercer tanto madridista lo dejó bien claro. El estatismo de la defensa oscense permitió a Benzema girarse y tomarse su tiempo para avistar a Valverde completamente solo para que el uruguayo definiera a la perfección ante Andrés. El Huesca se había rendido.

El marcador habilitó a Zidane para guardar fuerzas y reservar jugadores para el duelo de Champions ante el Inter y sumió al Huesca en una zozobra que estuvo cerca de costarle m ás goles pero Benzema y Ramos no acertaron a marcar. Sí lo hizo Ferreiro a falta de un cuarto de hora para el final tras rematar a placer un buen servicio de Rafa Mir que, al menos, premiaba la valentía inicial de un equipo que, sin embargo, se esfumó en cinco minutos para quedar a merced de su poderoso oponente cuando vinieron mal dadas. Otra vez Benzema, ya en el descuento, completaba una goleada que deja al Huesca en descenso y sin conocer, aún, la victoria, pero, más allá de una derrota tan lógica como previsible, lo que más preocupa del Huesca es esa inconsistencia que le ha llevado a encajar diez goles en tres partidos. El Huesca rebla.

Real Madrid: Courtois, Lucas ( Mendy, m. 52), Militao, Sergio Ramos, Marcelo, Casemiro (Kroos, m. 69), Valverde (Rodrygo, m. 60), Modric, Hazard (Isco, m. 60), Asensio (Vinicius, m. 60) y Benzema.

Huesca: Andrés, Maffeo, Siovas, Pulido, Luisinho, Mosquera, Nwakali (Eugeni, m. 70), Sergi Gómez ( Ferreiro, m. 46), Ontiveros (Galán, m. 46), Borja (Sandro, m. 60) y Rafa Mir.

Goles: 1-0, m. 39, Hazard. 2-0, m. 45, Benzema. 3-0, m., 53, Valverde. 3-1, m. 74, Ferreiro. 4-1, m. 90, Benzema.

Árbitro: González Fuertes. Amonestó a Siovas y a Sandro, ambos del Huesca.