El Huesca afronta los últimos pasos en su travesía hacia Primera División. Este sábado, a las 17.00 horas en el Sardinero, juega una de las tres finales que le quedan al conjunto oscense para cumplir el sueño de regresar a la élite del fútbol nacional, tan solo un año después de abandonarla. Las matemáticas indican que si los azulgranas suman siete de los nueve puntos restantes acabarán en ascenso directo tras 42 jornadas. Regresa Pablo Insua y Míchel tiene a todos disponibles, salvo Doukouré por lesión y Luisinho, que vio la quinta amarilla ante el Alcorcón, para medirse a los santanderinos que consumaron su descenso a la categoría de bronce dos jornadas atrás. «El equipo está con mucha motivación, gracias a Dios dependemos de nosotros mismos y solo miramos nuestro partido, que es el más importante. Intentaremos sacarlo por todos los medios», adelantó el técnico Míchel Sánchez.

El conjunto azulgrana viajó este viernes a Santander y solo ha podido completar dos sesiones de trabajo previas al choque. El Racing, colista de la categoría, tiene pocos argumentos que poner sobre el césped salvo el orgullo y dejar una buena imagen antes de abandonar definitivamente la Segunda División. Los de Oltra no tienen nada que perder ante los aragoneses, que vienen de cosechar tres triunfos en los últimos cuatro partidos. «Es un partido muy complicado en el que tenemos que acercarnos a nuestro máximo rendimiento. Me he fijado en cómo juegan y cómo combatirles, no me he fijado en la clasificación, no vale de nada y no lo he hecho nunca. Ellos tienen muy buenos jugadores, compiten al máximo nivel y, si queremos ganar, tenemos que hacer un gran partido», expresó el entrenador madrileño.

La plantilla azulgrana no quiere mirar la clasificación, dos victorias y un empate, le situarían entre los mejores, pero Míchel no pretende desviar la atención lo más mínimo. «Si ganamos seguiremos dependiendo de nosotros mismos, no hay más. En una Liga como esta, tan competitiva y tan igualada, cada partido es un paso adelante y queremos darlo», aseguró el preparador, que ha ejecutado esta fórmula durante toda la campaña para colocar al equipo en las primeras plazas. «Si no, no estaríamos donde estamos. En una Liga de 42 partidos, los que consiguen los primeros puestos es por méritos propios, el camino debe tener los menores altibajos posibles y, ahora que estamos en disposición de tener una ventaja, vamos a intentar aprovecharla por todos los medios», añadió.

El equipo surca el final de campeonato con la moral por las nubes y en un gran estado de forma. Podrían regresar al once Rafa Mir, Mboula y Eugeni, aunque la competencia por entrar se perfila cada vez más complicada. De esto se ha aprovechado Cristo González. El delantero canario no ha tenido muchas oportunidades a lo largo de la campaña, con su gol en los primeros minutos ante el Alcorcón reivindica su calidad y su presencia en el once. Las alternativas se multiplican para el técnico madrileño, que deberá gestionar el cansancio acumulado en estas últimas jornadas. «Veo al equipo preparado y con una motivación muy especial, pero lo he visto siempre. Todos son importantes y lo han sido a lo largo de la temporada. Es un placer entrenar a estos jugadores, en el día a día como entrenador, me siento muy satisfecho», indicó el técnico del conjunto oscense.

Momento trascendental en la temporada del Huesca. A partir de este sábado, debe empezar a demostrar que quiere ser equipo de Primera División, y tiene todo a su favor para hacerlo realidad. «Sabíamos que íbamos a tener momentos difíciles, que habría nervios, pero tenemos las ideas muy claras. Hemos trabajado y juntos soñamos por el objetivo», concluyó.