La dinámica defensiva del Huesca comienza a ser preocupante y necesita mejorar si quiere optar al ascenso directo. Los números y las sensaciones del equipo altoaragonés se han venido abajo en la retaguardia y su efecto negativo se está notando en la puntuación, por lo que urge una reacción, ya que quedan doce jornadas y el margen de error es cada vez menor. De ser la mejor defensa de la categoría a ser la séptima, de conseguir dejar la meta a cero en la mitad de sus encuentros a no hacerlo en los últimos doce y, lo que es peor, de estar con los mismos 32 puntos que el ascenso directo a tener que salvar una distancia de cinco. El cerrojo se ha resquebrajado.

El punto de inflexión fue la victoria 0-2 en Alcorcón en la 18ª jornada, un triunfo que, por cierto, fue el último conseguido fuera de casa por los azulgranas, un ya lejano 30 de noviembre. La semana anterior el Huesca había ganado 2-0 a la Ponferradina y estaba mostrando muy buena cara. La evolución en el juego pretendida por Míchel iba por muy camino y la solidez defensiva amparaba un fútbol ofensivo de quilates y divertido a ojos del espectador.

Pero, desde entonces, se ha perdido la fortaleza y, por ende, la puntuación se ha resentido. El Huesca, a día de hoy, no es fiable atrás y cada partido en una lucha constante al estar obligado a marcar dos o tres goles para sumar de tres en tres. Hasta Alcorcón eran 13 tantos recibidos en 18 partidos y, ahora, son 19 en 12. Algo falla.

Desglosado por encuentros, los oscenses recibieron tres goles en el aciago choque contra la Ponferradina y dos frente al Rayo (tanto en el duelo de la primera vuelta como en el de la segunda), Mirandés, Almería y Extremadura. En los otros choques recibió un gol que permitió vencer tres duelos (Tenerife, Lugo y Real Zaragoza) y empatar dos (Elche y Real Oviedo), aunque de ingrato recuerdo al producirse ambas igualadas en el descuento con los tres puntos ya camino de Huesca. En Montilivi se perdió también en los últimos instantes.

El ataque como cura

Además, el empeoramiento poco tiene que ver con los nombres propios. Ha habido un bajón de rendimiento, pero no ha sido estrepitoso y en la línea defensiva solo se ha unido a la causa Insua tras superar sus percances con las lesiones, por lo que, generalmente, se han mantenido los mismos que tan bien lo hicieron al principio. Eso sí, al Huesca no le ayuda el paso tan atrás que suele dar en los instantes finales y que tantos puntos está costando.

Al menos el equipo sí que se mantiene constante en la producción ofensiva. Ese carácter atacante que Míchel quiso imprimir desde el primer segundo como entrenador es una seña de identidad que se ha mantenido en el tiempo. Más allá de que los números no se encuentran en el Olimpo de Segunda (37 tantos, el séptimo mejor), sí que es el conjunto que más dispara a portería de la categoría con 141 remates. Raro es el duelo en el que los azulgranas no han logrado perforar la portería rival por lo que, manteniendo esa constante y regresando a la buena senda defensiva, el Huesca tiene mimbres para volver a meterse de lleno en la pelea por el ascenso directo.

Ferreiro, entre la confianza y la autocrítica

David Ferreiro es una de las voces más autorizadas del Huesca por su peso en el vestuario, experiencia y nivel mostrado sobre el campo. El gallego, uno de los capitanes del conjunto azulgrana y un futbolista capital para Míchel, hizo autocrítica por los últimos partidos del conjunto altoaragonés, pero mandó mensajes claros y directos de que la Liga no ha terminado, que quedan «doce finales» y que rendirse no es una opción porque el ascenso directo, aunque está más difícil que en anteriores fechas, sigue cercano.

«El míster tiene las ideas claras, y los jugadores estamos a tope con él. Sabemos que estamos en la posición que merecemos, porque hemos perdido muchos partidos, pero tenemos que continuar unidos, la gente tiene que seguir apoyando y creer en nosotros. Es normal que estemos dolidos porque no hicimos un buen partido, pero hay que levantarse y trabajar, porque quedan doce finales y podemos optar a cualquier cosa», aseguró el extremo.

Además, Ferreiro, a pesar de haberse dejado dos puntos por el camino en casa frente al Extremadura, insistió en que «la segunda posición está a tiro» ya que «tenemos que jugar contra rivales directos», pero avisó de que hay que «trabajar y hacer bien las cosas» y también reconoció que «hemos cometido fallos y seguimos a cinco puntos». «Ya a partir de ahora, que hemos visto el vídeo y señalado los errores contra el Extremadura, toca entrenar a muerte y salir a ganar en El Alcoraz para seguir siendo fuertes. Quedan doce jornadas, que son doce finales para nosotros», recalcó.

El gallego, sobre el último duelo contra el conjunto de Almendralejo, que finalizó en empate, aseguró que «no hicimos un buen partido en líneas generales» y apeló a ser «más constantes, dominar en casa y ser más atrevidos» para estar más cerca de la victoria. «Sí que tuvimos 15 o 20 minutos con muchas ocasiones, pero luego el primer fallo nos cuesta un gol y eso no nos puede pasar», sentenció el atacante del conjunto altoaragonés.