La superstición invade el túnel de vestuarios al comienzo de un partido. Los futbolistas tienen sus propias manías a la hora de saltar al césped para que una fuerza externa ayude a conseguir la victoria. Algunos siempre entran al campo con el pie derecho, otros se santiguan o se vendan los dedos de la mano. El Huesca ha encontrado en los goles de Chimy Ávila su propio talismán para sacar los partidos adelante. Es un hecho, cada vez que el máximo artillero del equipo ve puerta el Huesca no pierde.

Hasta convertirse en el pichichi del equipo, Chimy Ávila ha tenido que perforar la portería contraria hasta en cinco ocasiones, la última el sábado en la agónica victoria del Huesca frente al Sevilla. Un gol lleno de rabia y espíritu que dejan al Huesca a solamente tres puntos de la salvación. «La gente se lo merecía porque nunca ha dejado de creer en nosotros. Es hora de que la afición empiece a disfrutar y se dé cuenta de que la permanencia está latiendo», comentó el propio delantero sobre el sueño de la salvación tras la sesión de recuperación del lunes en el IES Pirámide.

De las cinco victorias que lleva el conjunto altoaragonés esta campaña, Chimy ha colaborado con al menos un gol en tres de ellas: Valladolid (4-0), Girona (0-2) y Sevilla (2-1). Frente al conjunto pucelano, Chimy anotó el cuarto tanto definiendo ante la salida de Masip y ante el Girona firmó un doblete para dar la victoria en Montilivi. Aunque la buena dinámica de cuatro tantos en las últimas cinco jornadas, vino precedida de una sequía de 19 jornadas consecutivas sin ver puerta.

La ecuación se cumple desde la temporada pasada. El rosarino llegó a la disciplina oscense en el verano de 2017 procedente del San Lorenzo de Almagro donde solamente había marcado un gol en quince partidos. Ezequiel Ávila puso su granito de arena al ascenso del Huesca con siete tantos en los que el equipo aragonés sumó 15 puntos de 21 posibles. Aunque tardó 18 jornadas en anotar su primer gol, Alcorcón, Nástic, Numancia, Lorca, Almería, Cádiz y Barcelona B fueron las víctimas del comandante.

El cambio de categoría no le pesó a la hora de seguir marcando goles. Su carta de presentación en la Liga tardó poco en llegar. Tras conseguir la victoria en la jornada inicial en Ipurua ante el Eibar, el Huesca remontó un 2-0 en contra ante el Athletic (2-2) gracias a los goles de Miramón y un extraordinario gol del Chimy con una volea desde la frontal del área. Su potencia con ambas piernas es una de sus mayores virtudes del delantero que ha marcado cuatro goles con la zurda y uno con la diestra.

El Huesca visitará al Getafe el sábado (20.45) en el Coliseum y si el Chimy Ávila vuelve a marcar estarán un paso más cerca de la permencia en Primera.