Viene marea alta para la Sociedad Deportiva Huesca, que comienza en Ponferrada este sábado (18.15 horas) un tramo del calendario que no será decisivo, que no asusta, que no desvía del objetivo del ascenso al club azulgrana, pero sí que marcará el futuro más inmediato del equipo. Puede salir muy reforzado y acometer los dos lugares del podio de honor de Segunda División, pero también puede quedarse tocado. No es el momento de la verdad definitiva, pero sí que comenzará a definirse el camino que tomarán los oscenses hasta el mes de junio. Hora de demostrar.

Y como cada dos semanas, los mismos deberes fuera de casa tras cumplir en El Alcoraz; solo que esta vez, tras las visitas al Elche y al Real Oviedo, el local es más hostil y tiene el colmillo más afilado que sus dos antecesores. Visita el Huesca a la complicada Ponferradina, un equipo recién ascendido pero de juego refinado. De la mano de Jon Pérez Bolo logró subir y se está estabilizando en la categoría de plata con un buen fútbol, que viene cargado de pragmatismo.

En casa solamente ha perdido un partido, aunque está abonado al empate. Su única derrota en El Toralín data del 2 de octubre y, desde esa misma fecha, solo una salida del Huesca se tradujo en tres puntos, la de Alcorcón. El resto, empates o derrotas. Se enfrentan dos rachas contrapuestas, pero los oscenses deben dar un golpe encima de la mesa.

Otro deber que tendrán que solventar los azulgranas es la pérdida de puntos en los últimos minutos. La gestión del tramo final contra el Lugo fue notable en cuanto a control de juego, pero ahora los azulgranas necesitan, en caso de ir por delante en el electrónico, trasladarlo fuera de casa para que no se genere una bola de nieve que crezca cada vez más.

En el plano deportivo, Míchel se llevó a toda su plantilla disponible a Ponferrada salvo a Seoane. Además del centrocampista, se quedaron en Huesca Doukouré, que continúa con su puesto a punto personal; Rubén Yáñez, por lesión; y el recién llegado Jordi Mboula. El técnico ofreció una convocatoria de 19 jugadores debido a unas molestias de Josué Sá que podrían impedirle jugar.

Eso sí, la principal ausencia a la que tendrá que hacer frente el Huesca es la de su capitán y líder indiscutible de la defensa. Pulido cumple ciclo de amonestaciones y no podrá jugar en El Toralín. Su lugar presumiblemente será ocupado por Insua, si bien Datkovic también podría entrar, sobre todo si no puede jugar Josué.

Por lo demás, de nuevo la principal duda reside en saber si Míchel optará por alinear de inicio a uno o dos delanteros (Rafa Mir y Shinji Okazaki) tal y como hiciera frente al Lugo o si prefiere buscar el juego por banda o protegerse algo más en el medio al jugar a domicilio.

En cuanto a la Ponferradina, a pesar de su buena temporada, busca el primer triunfo del presente 2020. Para ello, Jon Pérez Bolo cuenta con armas nuevas: Omar Ramos, Javi Navarro, René, Iván Rodríguez y el exazulgrana Ivi López. Pero la principal de todas es Yuri, un delantero casado con el gol y en el que residen gran parte de las esperanzas de triunfo de los bercianos.