Desde que llegó al Huesca a principios de enero, Pacheta ha mostrado bastante claridad en su idea defensiva. En los nueve partidos que lleva al mando del equipo azulgrana ha apostado por tres centrales y dos laterales que partiesen con más libertad. Con Javi Galán y Maffeo como carrileros, en el centro de la zaga solo ha variado quien ha acompañado a Siovas y Pulido, ya que comenzó en el puesto Gastón Silva pero en los últimos encuentros el técnico alineó a Insua tras la lesión del uruguayo.

Con esta fórmula el entrenador mejoró la defensa, dando contundencia en esa zona de atrás e impidiendo que el equipo encajase demasiados goles que luego siempre son difíciles de remontar. Aún así, la portería de Álvaro Fernández solo quedó a cero en el partido frente al Villarreal, en el que hubo tablas. En el resto siempre ha habido, al menos, un gol en contra de los azulgranas. Así fue contra el Getafe (1-0), el Valladolid (1-3), el Sevilla (1-0) y el Eibar (1-1).

A pesar de encajar en prácticamente todos los encuentros, las sensaciones eran de una defensa segura. Solo el Real Madrid, que metió dos y el Granada (otros tantos, aunque los de Pacheta consiguieron imponerse) lograron llevar el balón a la red en más de una ocasión. Hasta que llegó el Celta. Fue el partido que marcó el antes y el después en las sensaciones defensivas.

Un encuentro que ambos equipos deberían revisionar y sobre todo el Huesca, que fue el que perdió. ¿Cómo el colista puede permitirse marcar tres goles en un partido y aún así perderlo? Está claro, con una defensa que deja que el rival marque cuatro. El gol de Santi Mina en el minuto cinco lo compensó el de Siovas que remató solo dentro del área en el 14. Incluso remontó el marcador Rafa Mir pocos minutos más tarde. Pero Nolito en el 37 golpeó a placer sin que nadie despejara el balón antes. Otra vez tablas. Y no quedó así. En la segunda parte Hugo Mallo cabeceó sin oposición en un córner y de nada sirvió el tanto de Ferreiro en el 74, porque tres minutos después Beltrán hizo lo propio para sentenciar la victoria del Celta sobre el cuadro oscense. Y si un equipo de mitad de la tabla te mete cuatro goles, ¿qué puedes esperar del Barça en el Camp Nou? Historia repetida.

Podría haber sido un resultado anecdótico fuera de contexto, ya que el equipo de Koeman había ganado los últimos cinco partidos de la Liga Santander con dos o más goles. Pero es que con los dos de Messi, el de Griezman y el de Mingueza del lunes, el Huesca ya es el equipo más goleado de la categoría. Con 44 goles en contra, uno más que el Deportivo Alavés, que le sigue en ese ránking. Llegados a este punto, con ocho goles encajados en las últimas dos jornadas, la solidez defensiva que parecía acompañar a Pacheta ahora se tambalea y quizás en el momento más delicado de la temporada, cuando quedan solo once partidos.