El Huesca ha llegado a un punto en el que solo le vale ganar y esperar tropiezos de los rivales, ya que no depende de sí mismo para lograr la permanencia. Los oscenses se encuentran a seis puntos del Valladolid, conjunto que marca la línea roja de la salvación. Quedan doce puntos en juego y el hándicap que tiene que afrontar el Huesca no es nada sencillo, por lo que está obligado a tener un ojo en otros campos. Y podría no valerle. Eso sí, lo principal y absolutamente imprescindible, es que los altoaragoneses sumen de tres en tres. Si no, imposible.

De momento ya se ha dado un primer paso saliendo del farolillo rojo. Ya lo hizo tras ganar al Eibar, pero faltaba la derrota del Rayo para confirmarlo. Desde la octava jornada de Liga, tras perder por la mínima en Valladolid (1-0), el Huesca era último. 26 partidos después, sube un escalón en la tabla.

Los golaverages particulares pueden cumplir un papel muy importante de cara al final del curso y es un factor a tener en cuenta. La nota positiva para el conjunto de Francisco es que tiene vencidos los duelos directos ante sus principales rivales por la salvación. Eso sí, habrá que tener en cuenta triples o cuádruples empates, pero es un buen punto de partida.

La goleada ante el Valladolid en El Alcoraz (4-0) superó el 1-0 de los pucelanos en la primera vuelta. Lo mismo sucede con el Girona, que solo tiene un punto menos que los blanquivioletas, y al que el Huesca tiene el golaverage ganado (2-2 en El Alcoraz y 0-2 en Montilivi). Son dos candidatos para pelear hasta el final por no bajar. Más lejos están el Celta, con el que está perdido (2-0 en Balaídos y 3-3 en Huesca), y el Levante, con el que está empatado tras las dos tablas (2-2) en el Ciudad de Valencia y en El Alcoraz. Resta el Rayo, con el que está perdido (0-1 y 0-0) y el Villarreal, cuyo golaverage se conocerá este domingo ya que es el próximo rival oscense.

Los azulgranas deben vencer para seguir peleando por no sabajar y, en caso de triunfo, le ganarían el duelo directo a los amarillos. Además el Huesca no estará solo en el Estadio de la Cerámica, ya que ayer se cerró el viaje a tierras castellonenses. 17 autobuses y 1.110 aficionados azulgranas acompañarán al equipo en un duelo trascendental para la salvación.