La eternidad no existe. Quizá solo para el Diego. Para el resto, para los mortales, esto pasa demasiado rápido. El tiempo se evapora como defensores ingleses en el Azteca. Ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta. El fútbol dura cuatro patadas, menos que nada, ni apenas llega al descanso de una vida de noventa minutos. A algunos el recorrido les deja un poco más de prórroga, a otros les engancha con una segunda vuelta como entrenador, agente o directivo. A la mayoría les quedan los ahorros para administrar y un viraje hacia otros mundos que no siempre acaban en paraíso. Por eso los futbolistas son cada vez más conscientes de que tienen que invertir, de emprender para lo que luego vendrá.

Andrés Fernández se ha convertido en un gurú de los negocios. Se ha labrado fama de tener buen ojo. Es un activo inversor en el mundo empresarial desde que en su moza etapa en Osasuna apostó fuerte por Tweet Binder, una exitosa startup de análisis del tráfico de esta red social.

Informático por curiosidad, realizaba la autopsia a todo cacharro electrónico que caía en sus manos de adolescente. “Montaba mis propios ordenadores. Cogía una tarjeta gráfica de un sitio, otro elemento de otro y hacía mi placa base”, recuerda el meta. Por eso empezó a estudiar Informática en Tenerife. Empezó porque el fútbol no le dejó mucho más. Actualmente es socio de Biyactiva junto a dos cerebritos murcianos, Felipe Segura y Rubén Martínez. “Estaba buscando donde invertir y aparecieron. Siempre quise, se lo decía a mi familia, fundar una empresa de tecnología”, insiste.

El encuentro con estos ingenieros y programadores fue definitivo. Guiado por un asesor, ya había acometido otros riesgos, aunque este ha sido especial, porque está más involucrado en el día a día. La pandemia le proporcionó una oportunidad también para estar más en casa y potenciar esta rama, que para él es vital porque “soy de los que les gusta desconectar del fútbol, no estar siempre viendo partidos. Me gusta poder hablar de otras cosas”. Biyactiva está en crecimiento pese a la pandemia y se dedica a múltiples encargos. “Hasta un reconocimiento del estado de las naranjas por inteligencia artificial”, recuerda en términos ingleses solo para avanzados. “En enero pivotamos un poco hacia la consultoría electrónica, procesando documentos, reconociendo facturas para reducir el esfuerzo de la gestión”, asiente Andrés, que se ha formado en cursos y en su voracidad literaria. La empresa se localiza en el Centro Europeo de Empresas en Cartagena, cuenta con una plantilla de diez trabajadores que no se ha reducido pese a la crisis y ya ha ganado premios a la innovación.

A Borja García le cambió la vida y el estómago Sergi Mateo. El Girona decidió contratar a un nutricionista y sin saberlo le abrió las puertas a su futuro. Se dio cuenta de lo vital que era la alimentación para un deportista y que la suya no estaba equilibrada. De tanta y tanta conversación tras la cena nació la idea de montar algo más. Un año y medio de estudio del proyecto, de búsqueda de un local, le llevó a emprender Sanum Healthy House, un centro de comida saludable situado en Gerona y que inauguró justo ahora hace un año. Las condiciones del espacio les hicieron, a él y a su socio y excompañero Aday Benítez, ampliar su proyecto inicial y ahora no se frenan a conquistar nuevos mercados. “Contamos con un supermercado de alimentos saludables, consulta sobre nutrición, una sala de fisioterapia, un gimnasio personal o para grupos reducidos, y una cafetería”, explica el centrocampista.

La pandemia les ha obligado a diversificar y buscar la salida del take away, la comida a domicilio. No les está yendo mal, gracias a que combinan buenos productos con la facilidad para su consumo. En el vestuario del Huesca saben de que habla, porque les ha llevado muestras para conocer su opinión. “La gente está contenta del producto, porque viene en buenas condiciones, es fácil de hacer, te quita trabajo porque se calienta en dos o tres minutos de microondas”, indica Borja García.

Pedro López mantiene una actividad inmobiliaria y Okazaki cuenta con varios negocios en Japón. Los últimos en unirse a esta lista son Jorge Pulido y Mikel Rico, socios dentro y fuera del campo. Ambos son Pukkel, el restaurante que piensan abrir en la calle del Parque, detrás del Casino en Huesca. Un viaje de ambos a una reunión de LaLiga, les hizo percibir que compartían su preocupación por encontrar un lugar donde poder comer sano y rico, rico. Se pusieron manos a la obra. Y ahí siguen, en pleno acondicionamiento de un local que esperan inaugurar pronto. “Es un restaurante con un concepto de comida saludable, sin aditivos, sin procesados, sin azucares añadidos. Se puede comer muy rico y diferente de manera saludable, que hay alternativas con sabores parecidos a los postres o a las bebidas sin llevar nada de azúcar. Además queremos apostar por los productos de cercanía”, certifica Mikel Rico.