Comienza un año de ilusiones para la Sociedad Deportiva Huesca. Después de un 2019 en el que el sueño de Primera se diluyó, este 2020 supone una nueva oportunidad para el segundo asalto a la élite del fútbol español y empieza con el conjunto altoaragonés en buena disposición clasificatoria, a las puertas del ascenso directo, con confianza tras la última victoria ante el Zaragoza y con aires renovados tras las vacaciones, siempre más felices después de un triunfo.

Pero también el año nuevo se presenta como un punto de inflexión, con asignaturas pendientes que aprobar y con una ilusión palpable. La marcha del equipo oscense invita al optimismo, siempre y cuando se logren mejorar registros del juego como una mayor regularidad sobre el césped o la puntería de cara a la meta rival.

Pero por encima de todo ello se encuentra el rendimiento fuera de casa, que ha sido decepcionante durante la primera vuelta con solo 10 puntos de 30 posibles, con unos pobres 8 goles anotados y unas excesivas 6 derrotas. No son unos registros aptos para un aspirante al ascenso, al menos si quiere optar a instalarse entre los dos primeros puestos.

El primer escollo para palpar esa necesidad de mejora llega en una plaza de enjundia como es el Martínez Valero y ante un adversario al alza e imprevisible como el Elche (20.00 horas). El conjunto ilicitano se encuentra a las puertas de la promoción de ascenso y en una dinámica muy positiva, con solo una derrota desde su visita a El Alcoraz.

En el apartado deportivo, el principal escollo al que tendrá que hacer frente Míchel es la baja de Okazaki debido a problemas burocráticos. El nipón se marchó a su país para pasar unos días junto a su familia y no llega al partido ante el Elche. A cambio, para la citación el preparador madrileño recupera a Miguelón tras cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. En Huesca se quedaron Doukouré, Insua, Ivi, Joaquín y Seoane. Para sustituir al japonés emergen las opciones de Escriche o Cristo, mientras que Juan Carlos y Raba pueden volver al once por Sergio Gómez o Ferreiro.

Míchel y la cautela

Míchel solo quiere centrarse en el plano deportivo, porque bastante difícil es el partido en Elche para el preparador madrileño como para andar pensando en los posibles movimientos en el mercado de invierno, tanto de entradas como de salidas. El técnico aseguró que «lo de atrás», el camino recorrido hasta ahora, «ya no nos sirve para nada», por lo que hay que mirar al horizonte, «empezar otra vez con una segunda vuelta por delante».

El objetivo, como recuerda de manera recurrente, es mantener «una idea de juego muy clara y la voluntad de competir al 100%», dos cualidades imprescindibles para el entrenador azulgrana. Por todo ello, su única preocupación es «pensar en el Elche e ir partido a partido».

Así pues, Míchel evitó hablar de la ventana de fichajes de enero, que en el Huesca ya estrenó Damián Musto al marcharse cedido al Internacional de Porto Alegre brasileño: «Somos profesionales y tenemos la mente puesta en mañana (por este sábado), porque es lo que nos puede hacer seguir mejorando. Tenemos que asumir todo lo que viene con total tranquilidad», expuso.

Y de momento lo que viene es un encuentro de buenas dinámicas y de equipos de la zona alta de la tabla. Es decir, un choque difícil para los oscenses: «Será un partido de máxima dificultad. Pacheta tiene una idea clara y hace las cosas bien. Son un equipo con talento, que puede hacerte daño, con buenos jugadores por banda y que lleva a cabo bien las transiciones. Debemos tener cuidado y hacer muy buen partido para lograr los tres puntos», dijo Míchel, que también se marcó como reto «sumar el mayor número de puntos posibles y que tanto fuera como en casa seamos el mismo equipo».

Por último, el técnico madrileño no se mostró especialmente preocupado por la baja de Shinji Okazaki debido a problemas burocráticos para regresar desde Japón y a pesar de su buen último partido ante el Real Zaragoza. Sobre esa adversa situación, el entrenador del conjunto altoaragonés resaltó que «sabíamos con antelación que tenía que ir a hacer el visado y lo teníamos en cuenta» y que, aunque es «un contratiempo», tiene jugadores «suficientes» en la plantilla «para resolver la situación», finalizó Míchel Sánchez.