El Huesca inicia un segundo capítulo en Primera con la contratación de Francisco Rodríguez. El almeriense, acompañado del director deportivo del club, Emilio Vega, fue presentado ayer ante los medios de comunicación y, después, dirigió su primer entrenamiento como técnico azulgrana.

«Estoy aquí porque estoy ilusionado con un proyecto que acaba de empezar en la máxima categoría y estoy convencido de que lo vamos a poder sacar adelante». Estas fueron sus primeras palabras como líder del cuadro oscense durante su puesta de largo. En su currículo figura una sola temporada en Primera. Sin embargo, su corta experiencia no empaña sus «ganas» de afrontar el reto de certificar la permanencia, y «confía» en que sus jugadores «serán capaces de «revertir» la mala racha del cuadro en las últimas jornadas. «La mayoría de la plantilla continúa esta campaña, y si el año pasado en Segunda eran buenos, en Primera lo van a ser también», explicó.

Una de las primeras tareas a tratar es la falta de ideas en el juego. Francisco quiere proporcionar al Huesca las herramientas necesarias para «llevar la iniciativa, ser verticales y hacer daño en el campo contrario». Por otro lado, el almeriense es consciente de que en cada partido tendrá que adaptarse a las exigencias que sugiera el choque. «No vamos a ser un equipo de ganar los encuentros a base de posesión. Queremos ganar con los resultados. Hay que ser realistas. En Primera no podemos vencer siempre a base de posesión, pero sí que podemos ser un equipo valiente, que lleve la iniciativa y que disfrute con lo que hace sobre el terreno de juego», reiteró.

Para ello, quiere partir de las bases que sentó Leo Franco al principio de la temporada. «Ha trabajado durante estos meses y vamos a aprovechar su labor para intentar aproximarla a lo que nosotros queremos conseguir», dijo. Y añadió que él «no cree» en la suerte, «sino en el trabajo, en buscar resultados a partir de estar una identidad que nos convenza a todos. Creo en el futbolista, creo en la persona y creo en el equipo».

El técnico aún tiene que conocer a sus nuevos pupilos para comprobar cuál es el estado de la plantilla y analizar por dónde comenzar a trabajar. Los jugadores no cambian, por lo que va a tener que «adaptarse» para arrancar la máquina azulgrana. «Me amoldo a lo que tengo pero me gusta el perfil de la plantilla. Tiene ambición, y eso es clave para competir en Primera. Estoy convencido de que tengo que conectar y espero que todos vayamos a una para conseguir muchos puntos en casa y fuera, competir, y traernos buenos resultados, y siempre con humildad», explicó.

En este aspecto, también destacó la «importancia» que conlleva el apoyo de la afición de cara a empezar con buen pie este nuevo capítulo. «Cuando vi en la tele un partido del Huesca noté el empuje de la grada. La ciudad y la comarca están ilusionadas con nosotros, y ahora tenemos que devolverles esa confianza. Estamos a tiempo de cambiar», aseguró el almeriense.

Francisco ya tiene el ojo puesto en el próximo compromiso ante el cuadro perico en El Alcoraz, dentro de nueve días. Antes de esa cita deberá buscar una solución en la parcela defensiva, en concreto, en el lateral izquierdo. Akapo aún no está disponible y la grave lesión de Luisinho le obligó a decir adiós a la temporada. «Es una pérdida importante. Estamos hablando con la dirección deportiva para ver qué podemos hacer. Si finalmente incorporamos a un jugador es porque estamos convencidos de que puede ayudarnos», concluyó el nuevo entrenador azulgrana.