Cuando perdía sistemáticamente no paraba de recordar Francisco que no iban a bajar los brazos y que no perdían la fe. Ahora que los azulgranas suman dos triunfos consecutivos y tres jornadas seguidas sin conocer la derrota tras empatar ante la Real Sociedad, golear al Valladolid y ganar a domicilio al Girona, el discurso del técnico del Huesca no varía ni un ápice: «Cuando estábamos en una dinámica mala, podíamos dejar de creer. Pero nosotros nunca hemos dejado de creer. La dinámica buena hay que llevarla desde la humildad y no vamos a cambiar. Vamos a seguir para sumar lo antes posible y acercanos a nuestro objetivo», dijo el técnico tras vencer en Montilivi.

El preparador almeriense aseguró que lo que está haciendo sumar a los aragoneses es «la ambición que hemos mostrado en todos los campos». «El equipo va cogiendo autoestima y eso es importante para un equipo como el colista. Cualquiera podía pensar que estábamos lejos, pero no bajamos los brazos», afirmó.

De todos modos, no ocultó que la situación sigue siendo complicada: «Continuamos siendo colistas. Esto no cambia nada. Tenemos que continuar igual, tenemos que seguir trabajando con humildad. Ahora toca preparar el partido contra el Athletic», insistió el entrenador azulgrana.

Además, el técnico del Huesca también destacó a la afición azulgrana, que «ha seguido animándonos» cuando el equipo acumulaba una racha de resultados negativos y que estuvo presente en el estadio gerundense; y se congratuló de la felicidad que se está viviendo en las últimas jornada en Huesca: «Estoy convencido de que hoy se va a celebrar». No es para menos.

Por último, Francisco también tuvo unas palabras para Pablo Insua, central que podría sufrir una grave lesión en su rodilla izquierda, aunque fue prudente en sus palabras a la espera de un diagnóstico definitivo. «Nos duele, estamos todos con él mandándole fuerza. Es un jugador muy necesario para nosotros. Ha sido un gesto feo en la rodilla, pero vamos a esperar al lunes para saber qué tiene», resaltó el preparador andaluz.