Francisco Rodríguez anunció ayer en rueda de prensa que no va a continuar al frente del Huesca la próxima temporada en Segunda División. «Esta decisión me ha hecho pasar la peor semana desde que estoy aquí. No es muy fácil comunicar que no voy a seguir en el Huesca la próxima temporada», declaró el todavía técnico oscense en la sala de prensa José Luis Trallero del estadio de El Alcoraz. El descenso a la categoría de plata fue el principal desencadenante para que Francisco tomase la decisión de no continuar. «Si el equipo se hubiese quedado en Primera tenía contrato por cumplir. Siempre he ido de cara y me voy con la cabeza bien alta», apuntó el almeriense.

Acompañado de su cuerpo técnico y del presidente del Huesca, Agustín Lasaosa, Francisco alegó que su decisión de no aceptar la propuesta de renovación que el club le presentó en diciembre fue por motivos «meramente profesionales». «He decidido esto porque es lo mejor tanto para el club como para mí. No tengo nada más que agradecimiento hacia todos, nuestros caminos deben separarse por el bien de todos. Desde el club se me ofreció la oportunidad de seguir ligado aquí y siempre he sentido la confianza por parte de la entidad. Si fuese por la plantilla y por todo lo vivido emocionalmente me quedaría aquí y no puedo estar más agradecido por creer hasta el final».

A pesar de su corta estancia en la capital oscense, Francisco se ha convertido en historia del Huesca. El almeriense llegó en la octava jornada tras el fracaso de Leo Franco al frente del equipo y cuando el Huesca solamente tenía cinco puntos en su casillero. Después de mucho trabajo a las espaldas, el club oscense, a falta de una jornada, acumula 30 puntos. Nadar a contracorriente en busca de una permanencia muy complicada en el final de la primera vuelta fue el objetivo de Francisco desde que se sentó en el banquillo oscense.

Tras luchar contra viento y marea -«lesiones, sanciones y goles en el último instante» según las palabras de Lasaosa-, Francisco inoculó en sus jugadores el lema del club «siempre sin reblar» y mantuvo un hilo de esperanza hasta que a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato, la goleada del Valencia en El Alcoraz certificó el descenso del Huesca a Segunda División en su primera campaña en la élite del fútbol español. «No se ha conseguido el objetivo aunque hemos volcado todo en conseguir un proyecto que finalmente no ha salido. Lo que viví el domingo pasado ante el Valencia no lo había vivido nunca, llevo a la afición del Huesca en mi corazón», apuntó Francisco acerca de la despedida de El Alcoraz a sus jugadores después de confirmarse lo no deseado, el descenso a Segunda.

La presión, junto a la tensión, por conseguir la permanencia, impidieron al ex del Almería sentarse a meditar su decisión. «He dado todo por el equipo durante día y noche. No tenía tiempo para centrarme en mi futuro porque estaba enfocado en conseguir la salvación y eso conlleva mucho desgaste. Levantar cada lunes al equipo para conseguir mantener este reto ha sido muy duro y dentro de un mes me tocaba hacerlo de nuevo», admitió el andaluz.

El presidente, Agustín Lasaosa, reconoció que estaba de acuerdo con la decisión del míster. «La temporada ha sido muy cruel con el equipo. Se han hecho cosas mal porque estamos en el último puesto pero tengo que alabar el trabajo de este señor que cada semana ha convencido a 25 chavales de que se podía». Aunque ya ha anunciado su no continuidad, Francisco todavía debe sentarse en el banquillo de El Alcoraz en el último partido de la Liga, este sábado ante el Leganés (20.45) en el que será la despedida del técnico y también de una leyenda del club oscense como el capitán, Juanjo Camacho.