Fue una victoria sin historia porque el Huesca quiso que fuera así con méritos. Pareció hasta fácil y, sin duda, el triunfo ante el Elche (2-0) fue merecido, autoritario y corto en su resultado. Pudo acabar en una gran goleada, pero no quita para que sea un enorme refuerzo moral para los azulgranas después de un par de semanas complicadas. El Huesca venció, divirtió al personal y se entretuvo en el terreno de juego. Volvió la versión más dulce de los azulgranas, sin ningún pero. Tres lanzamientos a la madera, dos goles y tres puntos que aúpan a los de Míchel al cuarto puesto, a un punto tan solo del ascenso directo.

No hubo emoción. Desde el primer momento el Huesca jugó con energía y combinando la profundidad por banda, la visión de juego por el centro y la seguridad defensiva. Son ingredientes que aseguran un triunfo si se tiene acierto. Esta vez lo tuvo, como también a un extraordinario Juan Carlos Real. Regaló el primero con un exquisito pase y anotó el segundo con clase.

El inicio fue un arreón constante, de altísima intensidad, una exaltación del fútbol ofensivo. El triplete de arriba empezó pronto a meter miedo al Elche. Okazaki avisó con un remate picado, Cristo lanzó fuera un tiro y Dani Raba de cabeza se encontró con el larguero. Acto seguido, Cristo lanzó un latigazo al palo corto, pero ligeramente desviado.

Después decayó el ritmo, aunque no el dominio de un Huesca mandón frente a un Elche a merced y demasiado tenue, lejos de la versión que ofreció en Gerona en su anterior salida. Y al filo del descanso, Juan Carlos se inventó un pase mágico que dejó solo a Okazaki ante Edgar Badía, que no pudo hacer nada para evitar el gol del nipón.

En el segundo tiempo no hubo reacción del Elche. Tampoco le dejó el Huesca. A diez del final llegó la única ocasión visitante y antes un gol, una enorme oportunidad oscense y dos palos. Lo primero fue un larguero de Cristo González, que hizo sus mejores minutos de la temporada, en un mano a mano.

Ahí no llegó la sentencia, pero sí rozando la hora de partido. Galán apareció en la izquierda en una transición y puso un centro raso para Juan Carlos Real, que redondeó su gran actuación con un tiro cruzado con calidad.

Pudo ser mayor la renta, pero ahí se quedó. Entre Okazaki y Cristo no aprovecharon una terrible salida de Badía al cortar el pase definitivo la zaga visitante y Okazaki fue el protagonista del tercer lanzamiento a la madera del Huesca tras un gran servicio de Miguelón. Los azulgranas siguen en la pomada.

Ficha técnica:

Huesca: Álvaro Fernández; Miguelón, Pulido, Datkovic, Javi Galán; Mosquera, Mikel Rico, Juan Carlos (Eugeni, m.90); Dani Raba (Sergio Gómez, m.73), Cristo (Ferreiro, m.81), y Okazaki.

Elche: Edgar Badía; Óscar, Dani Calvo, Ortiz, Andoni López; Iván Sánchez, Manuel Sánchez, Gonzalo Villar (GonzaloVerdú, m.77), Fidel (Josan, m.61); Pere Milla (Nino, m.61) y Qasmi.

Goles: 1-0, m.45: Okazaki. 2-0, m.59: Juan Carlos.

Árbitro: Pulido Santana (Comité Canario). Mostró amarillas a Dani Raba, Miguelón, Javi Galán, Pere Milla, Manuel Sánchez, Gonzalo Villar y Qasmi.