La suerte le está siendo esquiva a la Sociedad Deportiva Huesca hasta el último minuto. Aunque el partido era intrascendente para su clasificación, de nuevo el equipo de Francisco se fue de vacío habiendo contraído méritos para más. En esta ocasión con una buena dosis de crueldad incluida porque el segundo gol de Joaquín, un golazo, llegó en el minuto 98 del encuentro. El árbitro había añadido ocho. Antes el Huesca había empatado, con un penalti transformado por Juanpi Añor, el primer tanto del bético. El equipo de Quique Setién, no obstante, ya no tiene opciones de acceder a competiciones europeas después del triunfo del Athletic.

Sevillanos y altoaragoneses se medían en un duelo casi sin nada en juego por las casi inexistentes opciones europeas de los locales, pues necesitarían una rara carambola, y el descenso del Huesca consumado la pasada jornada (2-6 ante el Valencia), sin más presión que dar una buena imagen en los dos últimos partidos de una campaña aciaga, y en el caso del Betis en su despedida, además, del Villamarín.

Con varios cambios en los onces, con los béticos Mandi, William Carvalho o Jesé y los azulgranas Mantovani, Rivera, Musto o el meta Santamaría en los banquillos, al choque le faltó, por ello, más intensidad y ritmo desde el principio. Era algo lógico y, en cierto modo, previsible por estar en juego nada más que la dignidad de acabar de la mejor forma posible el año y también por el asfixiante calor que hizo en Sevilla en una tarde absolutamente veraniega, con 33 grados de temperatura al inicio.

El conjunto de Quique Setién, a quien la mayoría del público volvió a gritar varias veces «Quique, vete ya», se hizo pronto con el mando y llevó el peso del juego tras una salida briosa del Huesca, con muy poca llegada por las bajas de sus goleadores: el argentino Chimy Ávila, sancionado, y el colombiano Cucho Hernández, con la selección sub-20 de su país. Poco a poco, el Betis fue imponiendo su mayor poderío y, tras avisar con un tiro del mexicano Andrés Guardado y otro de Joaquín, en este caso desviado por Loren Morón y que salió alto, hasta que el veterano jugador portuense batió al serbio Jovanovic a los 22 minutos, al cabecear un centro desde la izquierda de Junior Firpo.

Los verdiblancos, aun sin brillantez, fueron superiores y siguieron intentándolo con llegadas por las bandas, sobre todo por medio del hispano-dominicano Junior y Joaquín, aunque no tuvo más ocasiones claras hasta la recta final de este periodo con un mano a mano de Tello que paró Jovanovic. Al Huesca, débil y sin claridad en ataque, le costó reaccionar, pero cerca del descanso pudo empatar en un despeje que Marc Bartra casi mete en su portería y, a la salida de ese saque de esquina, al enviar Gonzalo Melero un balón al poste izquierdo de Joel Robles.

En la reanudación, los oscenses mejoraron y salieron con más rapidez en sus contados ataques ante un Betis que continuó carente de ritmo, lo que propició que el equipo dirigido por Francisco Rodríguez aprovechara una acción del venezolano Juanpi Añor, el más vertical del Huesca, para hacer el 1-1 a los 10 minutos. Fue una jugada con suspense, pues el árbitro primero le amonestó al entender que había simulado ser objeto de penalti por parte del marroquí Zou Feddal, pero, avisado por el VAR y tras consultar la pantalla de TV de a pie de campo, decretó cuatro minutos después una pena máxima que convirtió el propio Juanpi.

Al Betis, por profesionalidad, no le quedó más remedio que apretar y fruto de ello generó varias oportunidades en las que no atinaron Tello ni Loren, éste después de un jugadón con centro de Joaquín que remató casi en la boca de gol en el 68, pero emergió Jovanovic, providencial, para salvar casi de milagro el gol. Los pupilos de Setién insistieron ante un Huesca que, con empeño y entrega, dio una buena imagen a pesar de quedarse con diez a un cuarto de hora del final por la expulsión de Jorge Pulido por una dura entrada sobre Guardado. El Betis, ahora con superioridad numérica, le imprimió más verticalidad a su juego y buscó el gol hasta el final. Fue de nuevo Joaquín el que logró in extremis el 2-1 con un potente disparo.