Jugar contra el Madrid es suficiente motivación. La grandeza del palmarés siempre es un aliciente para dar la sorpresa. Esa es la idea que guarda la cabeza de Míchel, sabedor de la dificultad del choque. “Todo lleva a pensar que ellos tienen más opciones, pero hay que jugar los 90 minutos. La motivación no ha hecho falta esta semana, los jugadores ven que es un partido especial y son tres puntos más que tenemos que pelear. Hay que hacer un partido perfecto y que no tengan su mejor día, porque son un equipo que supera a la mayoría de rivales. Para ello, hay que hacer muchas ayudas defensivas, y aprovechar las opciones en ataque. Estoy seguro de que así haremos un gran partido”, apuntó el técnico.

Ser agresivo y demostrar que se puede competir, son dos de las claves que percibe el técnico del Huesca. “Somos un equipo que quiere competir y es nuestra gran presión, saber que tenemos que hacer un gran partido porque se lo debemos a nuestra gente. Tenemos que ser ambiciosos, agresivos y muy comprometidos. Hacer mejor al compañero y ser un equipo muy competitivo”, añadió Míchel.

Además, el preparador del conjunto azulgrana no cree que las posibles rotaciones en su rival hagan bajar su nivel de juego. "Tiene una de las mejores plantillas. Es un equipazo y si no sale uno sale otro que es igual de bueno, por eso me espero al mejor Madrid posible aunque lo que quiero es que el Huesca sea un buen equipo y que compita bien", apuntó.