La plantilla del Huesca está aún adaptándose, conociendo a Francisco, el técnico llegado para sacar al equipo azulgrana del farolillo rojo. De momento hay ganas renovadas y expectación por que lleguen las 18.30 del domingo y empiece el partido frente al Espanyol, para el que ha sido designado el árbitro navarro Prieto Iglesias. «Hay muchas ganas en el cuerpo técnico y así nos lo han transmitido. Nos han dado algunos detalles de la forma de trabajar, aunque al faltar algunos compañeros no han profundizado mucho en algunos conceptos. Pero se ve intensidad en los entrenamientos, es todo muy dinámico», indicó ayer Jorge Miramón.

El zaragozano explicó algunos detalles de los que les ha pedido Francisco. «Al final es otra forma de trabajar, porque cada entrenador es un mundo y cada uno tiene su filosofía. Ahora viene un nuevo técnico que tiene ganas. El nuevo entrenador nos ha pedido que seamos valientes, intentemos filtrar pases por dentro, tener el balón, ser presionantes en todo el campo, incluso arriba, y estar siempre muy juntos». Miramón ha sido hasta ahora uno de los fijos en la alineación oscense, tanto por la banda derecha como por la izquierda.

«Con tal de estar en el campo y poder jugar estoy contento. Me da igual que sea por la derecha que por la izquierda. Cuando jugaba en zonas más ofensivas por el medio, podía jugar por la derecha y por la izquierda. Al final es cambiar el perfil. El año pasado con el Reus jugué algún partido y metí hasta gol contra el Rayo Vallecano. No temo a nada, si me necesita en esa posición yo estoy dispuesto», indicó el defensa.

El domingo les espera el Espanyol de Rubi, el técnico que llevó al conjunto altoaragonés al ascenso. «Llevan unos partidos sacando resultados muy buenos. El año pasado ya lo vi y la verdad es que fue el mejor entrenador de Segunda División, le dieron un premio muy merecido. Hicieron un año muy bueno y aún no hemos hablado sobre Rubi pero sí que, nada más llegar, ya te hablaban de él. En el vestuario ya tienen ganas de enfrentarse a él», señaló Miramón.