Otra vez a punto. Quizá, incluso, hasta otra vez mereciendo bastante más. Y otra vez, valga la redundancia, el Huesca se quedó en la orilla. Sigue sumando, lo cual no deja de ser positivo, pero continúa dejando escapar oportunidades de dar una dentellada a la salvación, de acercarse y soñar de verdad. Todo punto ayuda, pero el empate ante el Levante es inservible si los azulgranas no comienzan a ganar ya. Sin medias tintas ni buenas sensaciones. Los resultados apremian a siete partidos del final. Todo o nada.

Los altoaragoneses volvieron a despertar y a jugar bien cuando más se necesita tirar de orgullo, cuando les aprietan el marcador y cuando están por debajo. Ahí emerge el Huesca que achucha hasta la extenuación, el que marca goles y el que casi los canta. Pero hasta entonces, poca cosa, lo cual pagó. Reaccionó en el segundo acto al gol de Roger en la primera mitad para igualar por medio de Enric Gallego y recibir un tortazo inmediato por un penalti claro de Mantovani que Morales transformó. Volvió a empatar el Huesca con la casta de todos personificada en Chimy Ávila y pudo ganar. Pero otra vez se quedó en una casi victoria.

Sorprendió el devenir del partido con el once inicial de Francisco, que se cargó los cinco defensas para ir a tumba abierta a por el Levante, al ataque con Chimy, Cucho y Enric Gallego. Pero fue superado por el empuje inicial de los granotas. Entre Santamaría y el larguero evitaron bien pronto el gol de Morales y trató de contestar Enric Gallego con un mano a mano en el que se durmió. Rochina, con la guadaña lista, lo impidió.

El Levante continuó con un plan en modo dominador y sin prisa, mientras que el Huesca siempre estuvo presto a salir rápido con las tres espadas casi descolgadas. Pero emergió el de siempre, la excelencia alocada de Morales. El comandante (el de los granotas) se fue con maestría de un Diéguez blando y bisoño y cedió a Roger para que solo la tuviera que empujar a gol.

Hasta el descanso, poco más. El Levante, con el marcador a favor, arriesgó menos e impidió que el Huesca corriera, tanto que el encuentro llegó a generar inapetencia. Moi lanzó muy alta una peligrosa falta; Diéguez, en un cóctel de indecisión e infortunio, casi le regala el 2-0 a Morales, y Mantovani salvó providencialmente un mano a mano del propio atacante levantinista. Más adelante repitió su entrada, pero pasándose de frenada hasta hacer penalti.

Francisco, viendo que no generaba apenas peligro, puso enseguida mordiente con la salida de Ferreiro por un Cucho que no tomó buenas decisiones en el encuentro y poco después a Juanpi, que ofreció buen toque y distribución en el medio.

El Levante, tras un aviso de Enric Gallego en un balón dividido, dio un paso atrás. El Huesca olió la sangre y se lanzó arriba con todo, de nuevo apretado por el marcador, como acostumbra, tratando de llegar por las bandas. Se echa de menos más furia de inicio.

LA LOCURA

El choque se volvió una montaña rusa de emociones con Coke como gran aliado oscense junto con el balón parado. Enric Gallego igualó en el segundo palo, completamente solo por el fallo de marca del defensa granota, una falta centrada y colgada al área, para empatar y hacer justicia. Pero no duró nada la alegría. Mantovani arrolló a Morales en un exceso de ímpetu y el atacante batió a Santamaría desde el punto de penalti.

Tocaba volver a insistir sin desistir y, a los cuatro minutos, Chimy Ávila volvió a empatar en otro despiste de Coke. Primero rompió el fuera de juego en el goloso balón de Juanpi y después Mantovani le ganó la partida por alto. El comandante (ahora el del Huesca) estaba con la caña puesta y picó otra vez. La octava.

El conjunto valenciano se vino abajo quitando algún chispazo puntual a la contra, mientras que los azulgranas fueron con todo a por el triunfo, con valentía y aprovechando la inercia positiva. La peligrosa rosca de Ferreiro giró poco, Enric Gallego le pegó al larguero en otra falta lateral defendida de forma terrible y Aitor Fernández metió una milagrosa mano a un trallazo de Ferreiro.

Había miedo en un Levante que solo apuntó a Santamaría por medio de Mayoral. Y a pesar de ello casi pierde el Huesca, porque Mantovani taponó el tiro de Morales, que iba envenenado y en dirección a la diana. Pudo ganar, pero es una película conocida. Con las segundas partes solo no basta en Primera y las buenas intenciones necesitan transformarse en tres puntos. Si no, casi imposible.

Levante, 2: Aitor Fernández, Moses (Jason, m.68), Coke, Postigo (Chema, m.14), Róber Pier, Luna, Campaña, Rochina (Borja Mayoral, m.79), Bardhi, Morales y Roger.

Huesca, 2: Santamaría, Pulido, Diéguez, Mantovani, Javi Galán, Moi Gómez, Rivera, Yangel Herrera (Juanpi, m.58), Cucho Hernández (Ferreiro, m.46), Chimy Ávila (Melero, m.88) y Enric Gallego.

Goles: 1-0, m.19: Roger. 1-1, m.63: Enric Gallego. 2-1, m.65: Morales (p.). 2-2, m.69: Chimy Ávila.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó por el Levante a Chema y a Roger y por el Huesca a Cucho Hernández, Diéguez, Chimy Ávila y Juanpi.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 31ª jornada de Primera División disputado en el Ciutat de Valencia ante 19.824 espectadores.