Resistencia. Esa capacidad del ser humano de aguantar de pie la estampida de la ola perfecta, de agarrarse en vilo sobre el vacío solo con el apoyo de una falange, de sostener a una familia con 400 euros de salario mensual, de levantarse ante la injusticia de la maldad. Superhéroes anónimos ante la adversidad. Esa superación de mantenerse vivo contra todo y contra todos cuando todos los pronósticos apuntan al desastre.

Hacia ese oscuro túnel deambula el Huesca, que con siete puntos sigue colista tras catorce jornadas seco de triunfos, lo que hace un total de 118 días de decepciones, con dos puntos de 21 posibles en la era Francisco, 409 minutos sin marcar un tanto y recordando lejano un 28 de abril como la última ocasión en que El Alcoraz celebró una victoria. Sangrando, pero luchando y perviviendo, se mantiene en pie resistente mirando su libertad, el camino en pendiente imposible hacia la permanencia.

Panza arriba mirando como cae afilada la clasificación ante sus ojos, la historia y el presente señalan el abismo del descenso al Huesca. Una a una se suceden las frustraciones en una temporada que se presagiaba de juerga, de fiesta en fiesta por la aventura de Primera. Puestos en faena, viendo el fútbol como lo que es, un deporte donde el resultado es un dictador implacable, el equipo de Francisco entona su Bella Ciao partisano para no reblar en su intención de mantener ese último aliento. Hoy (18.30 horas, BeIN LaLiga) carga su tambor de moral con la penúltima bala de una salvación que se presentará en El Alcoraz. Ganar al Villarreal, rival directo, puente hacia la permanencia, supondría al Huesca una confirmación de que todo el trabajo realizado, todas esas inmejorables sensaciones, esa claridad de ideas como local, se fragua en un resultado que ya merece.

HASTA EL FINAL

Ese objetivo vital pasa por hacer de El Alcoraz una olla a presión y no un teatro plácido en noche de ópera. Toda la ciudad y la provincia debe saber que hoy no toca callar ni esperar. Es el momento de las gargantas calientes, de las bufandas al viento, de la grada convertida en fuerza, en furia, en resistencia. Volverán los aficionados más fieles a acompañar a su equipo desde su salida en su hotel de concentración. Volverá el ruido y ese ‘sí se puede’ que se elevó frente al Madrid. Nadie debe reblar. Desde el minuto 0 al pitido final. Otra sensación sería incomprendida.

La semana ha amanecido con la buena noticia de la recuperación del defensa Rubén Semedo, que tras lesionarse el tobillo en San Mamés volverá a la convocatoria. No se esperan movimientos en la cuadrilla de partisanos. Tras el buen rendimiento del once ante el Real Madrid, Francisco podría repetir el grupo que mejor juego desplegó ante el actual campeón de Europa. Con la triada en el centro de campo formada por Melero, Moi Gómez y Rivera, permutando sus posiciones, ante la baja del argentino Musto y de Juan Aguilera, inactivo hasta después de la Navidad, sin un pivote defensivo claro. Akapo y Luisinho siguen en la enfermería, al igual que Gallar, y dejarán el carril zurdo al remiendo Pulido.

El Villarreal estrenará entrenador en La Liga después de la destitución de Javi Calleja con la derrota con el Celta (2-3) como elegía. El club de la cerámica pasa un momento de dudas y bipolaridad. Con catorce puntos, marca la frontera con la permanencia, empatado con el Athletic, el primer inquilino eventual del patíbulo, mientras sonríe en la Copa y en la Europa League, donde no ha perdido y viene de un 2-0 al Spartak de Moscú. Luis García ha regresado de China para recuperar las constantes vitales de un grupo con poca espiritualidad pese al brillo de su plantilla: los delanteros Bacca y Gerard Moreno apuntan a titulares hoy junto a la magia del renacido Santi Cazorla y el timón de Manu Trigueros y el cerrojo del portero Sergio Asenjo.

El partido vivirá además una repetición corregida. La campeona del mundo sub-17 Salma Paralluelo volverá esta vez al Alcoraz para realizar el saque de honor tras el decepcionante homenaje recibido antes el encuentro ante el Real Madrid. Corregir es de sabios y el Huesca, sabedor del error de descoordinación en el acto, ha reflexionado e impartirá un merecido aplauso de igualdad y reconocimiento a la jugadora de 15 años.