La apertura del sumario de la operación Oikos sigue teniendo en el punto de mira a la Sociedad Depotiva Huesca. Dentro de la lucha contra el amaño de partidos en el fútbol, la imagen de gran parte de la directiva del club oscense sale perjudicada después de una información publicada ayer por el diario El País, en la que apuntaba que tanto altos cargos de la entidad como la plantilla eran conscientes de lo que estaba sucediendo.

«La corrupción deportiva dentro del Huesca alcanza a la mayor parte de su cúpula directiva, entre ellos su presidente Agustín Lasaosa. Además, el hecho de que la SD Huesca amañara partidos en la temporada pasada era conocido por gran parte de la plantilla, que aun contrarios a dicha corrupción, no parece que se opusieran frontalmente», explican las conclusiones de la Policía incorporadas al sumario siempre centrándose en el supuesto amaño del Huesca- Nástic, que levantó el telón de esta organización encabezada por Raúl Bravo y Carlos Aranda.

Repasando las detenciones que involucraron al Huesca, destaca la de su expresidente, Agustín Lasaosa que supuestamente debería 100.000 euros desde julio del 2018 a los cabecillas de la organización. Por ello, según El País, Aranda lo había amenazado. Lasaosa fue detenido el 28 de mayo y tras declarar ante el juez quedó en libertad con cargos con la obligación de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes y una fianza de 50.000 euros.

El sumario recoge conversaciones acerca del pago de esta deuda entre Lasaosa, el exjugador del Huesca Íñigo López y el jefe de los servicios médicos azulgrana, Juan Carlos Galindo. Fueron estas conversaciones las que destapan el conocimiento del caso por parte del resto de la directiva oscense. Tras una amenaza de Carlos Aranda a Lasaosa para el pago de la deuda en enero, el expresidente se dirige a Íñigo López en referencia a Josete Ortas, director general del club. «Habrá que buscar una solución con Josete», recogió la conversación. El director general ha querido expresar que nunca ha mantenido contacto ni con Aranda ni con Raúl Bravo.

Sin embargo, Ortas no sería el único dirigente del Huesca que habría estado involucrado en el amaño. El antiguo director deportivo del club azulgrana, Emilio Vega, tuvo presuntamente un encuentro en Madrid con Raúl Bravo en marzo. El directivo andaluz también fue detenido pero salió libre y sin cargos.