Se dice en el mundo del fútbol, como en una suerte de necesidad de encontrar el lado positivo de los momentos difíciles, que después de una derrota se desea que llegue el siguiente partido para olvidarla con una victoria. «Tenemos otra oportunidad», suele ser el discurso. Y el Huesca, mañana mismo a las 20.30 horas, tiene la opción de hacer borrón y cuenta nueva tras perder en el Santiago Bernabéu.

Los altoaragoneses deben dejar a un lado las lamentaciones, porque de nada sirven a estas alturas, y mirar a su futuro más inmediato, que es esta semana tan decisiva para las aspiraciones de salvación. El equipo azulgrana tiene dos encuentros vitales, quizá los que más de toda la temporada, ya que los anhelos de permanencia se pueden quedan reducidos al mínimo o pueden estar más vivos que nunca. Objetivo innegociable: seis puntos.

El Alcoraz volverá a llevar en volandas al equipo, como durante todo el curso. La afición es conocedora de la importancia del choque ante el Celta de Vigo de mañana, ya que es mucho lo que está en juego. El Huesca recibe en su feudo al antepenúltimo clasificado en un choque de urgencias. Los gallegos evitaron in extremis la debacle en casa con el Villarreal remontando un 0-2 para ganar al final y se quedaron a un punto de la permanencia. Los altoaragoneses se encuentran a siete y, de nuevo, sin margen de error. La victoria no le garantiza recortar, pero es la única vía posible para conseguir la tan ansiada salvación.

El domingo (18.30 horas) el Huesca visitará un escenario de muy gratos recuerdos para la parroquia oscense como es el Ciudad de Valencia. En el estadio del Levante certificó, en la campaña 16-17, su participación en su primer playoff de ascenso a Primera de su historia. Esta vez será más dramático, porque el colchón con respecto al descenso de los granotas es fino, de solo cuatro puntos, y los oscenses están obligados a vencer sí o sí.

Y después, el Barça / Los dos encuentros son trascendentales para el devenir del Huesca en la máxima categoría y, si se tiene en cuenta el próximo rival de los altoaragoneses, todavía se antoja más necesario que los de Francisco ganen o saquen el mayor número de puntos posibles ante el Celta y el Levante, ya que el siguiente adversario será el líder y casi campeón, el Barcelona.

Al choque contra los catalanes, los oscenses, en el mejor escenario posible, se podrían presentar a un punto de la permanencia. A su favor juega el difícil calendario del Villarreal, que tiene que recibir al Barça y visitar al Betis. En el peor, a trece, ya que no hay duelos directos. Sin embargo, esa posibilidad parece remota ya que obligaría al Girona y al Espanyol a sumar y al Valladolid y al Villarreal a ganar sus dos partidos.

Son demasiadas cábalas, por lo que el Huesca necesita limitarse a ganar, a sumar y a ver cómo van evoluciando sus rivales más inmediatos. Petón, presidente de la Fundación Alcoraz, destacó la semana pasada la cifra de puntos necesarios para lograr la permanencia, que son 18. Quedan nueve finales, siete tras esta semana tan decisiva para soñar o no quedarse descolgados. Es la hora.