Estaba ahí. Se veía llegar. Es que valía hasta sin ganar. Ese 1-1 era la gloria. Pese a la remontada, al palo de Mir, la mano de Courtois, pese a que venían con lo que venían, con 17 y tres porteros. Da igual. Era suficiente. Porque no era otro empate como los anteriores, era contra el Real Madrid, como fue contra el Atlético, un punto para seguir creyendo en lo que se está haciendo, sumar y para adelante. Que Álvaro estaba en plan Superman, parándolas como un torero, a porta gayola, con el pecho y sobre la línea (min. 76). Y otras dos a Benzema (67 y 80). Dos orejas y el rabo para él. Que estaba ahí. Que faltaban diez minutos. Y era tan merecido como trabajado.

Pero es el Madrid. Y Kroos sabe ponerla como nadie al segundo palo. Y Casemiro sabe dónde iba a ir esa rosca. La encajonó contra su cabeza como en una final de Champions y Varane apareció como en el primer gol para sacar la escoba. Siendo tantos años la pareja deportiva de Sergio Ramos algo se le ha debido pegar. El francés fue esta vez lo que tantas veces ha sido el andaluz, el salvador del Madrid, y de Zidane, que lo fichó siendo un crío y se lo tenía que devolver. En el segundo rechace que cazó tras una falta, en el minuto 83, difuminó todos los méritos que el Huesca había acumulado para ganar o para empatar.

Pero perdió, otra vez, pero no como otras veces. Porque es una derrota que no debe herir lo construido por Pacheta, aunque al colista pocos consuelos le valen. Solo puede sobrevivir con victorias. Deberá ser en Sevilla. El partido fue un calco. Nada inesperado. El Huesca fue el del Villarreal, ejerciendo de pobre, que es lo que es en esta Liga, agazapado atrás con todo, sabiendo que así el Madrid venía de caer ante el Levante o el mismísimo Alcoyano. Y esta vez armó más peligro. Balón directo a Mir era la consigna. O una contra rápida tras un robo, como llegó el gol, perdón, el golazo de Javi Galán.

Porque si encima te adelantabas estaba mucho hecho. Y si tu portero estaba colosal, pues más. Increíble la actuación de Álvaro. Porque todo podría haberse desencadenado antes, pero hizo cinco paradones, tres a un Benzema que no olvidará el nombre de este crío que pinta a muy bueno. Ese fue el compás. El Madrid atacando todo. Almacenando la pelota (66%). Torturando el punto débil de las bandas en la primera parte sin mucho control, con la velocidad de Vinicius y la subida de los laterales, movido por la batuta de Kroos y encorajinado con todo tras verse en otro apuro morrocotudo. Y contra el colista. Madre del amor hermoso.

Hemos dicho que el partido fue un calco. Porque el Huesca aprovechó que el Madrid salió tarde de la ducha para armar miedo en los inicios de ambas partes. En la primera tuvo una Okazaki a pase de un Mir que en el mismo minuto, el tercero, la lanzó al lateral de la malla. Poco más hasta el descanso, porque lo bueno vendría después. Un arranque por la derecha de Okazaki cruza al otro lado donde la incorporación de Galán acaba en un golazo por toda la escuadra del extremeño. Qué zurdazo desde su casa. El Huesca se adelantaba al Madrid. Sí, han escuchado bien.

Y pudo ser más si Mir calcula mejor y no la tira al palo. O si, ya con el 1-1, en una transición perfecta, el murciano no se topa con la manopla de Courtois. ¿Qué hubiera pasado de no mediar esa parada? La respuesta es una tortura. Porque el Madrid tocó la corneta. Se fue arriba. Si ya en la primera había dominado sin generar ocasiones de peligro, ahora se valió del balón parado para remediar sus fallos. Benzema la conectó al palo y en el rechace Varane saltó más que sus pequeños adversarios para enmendar el empate.

Vinicius por un lado, Asensio por el otro, centros a tutiplén, presionar o golpear las contras locales. Hasta 18 remates. Pero el Huesca aguantaba con mucha voluntad, con muchos hombres por el centro, con todos corriendo por una causa, con un plan en el que ha depositado su suerte, suspiraba con cada disparo, cada oportunidad del Madrid. Aguantaba, aguantaba, hasta que Varane sacó la escoba y limpió todas las ilusiones. Una pena. Se escapó el Madrid vivo. A por el siguiente.

Ficha técnica:

Huesca: Álvaro Fernández, Maffeo, Javi Galán, Pulido, Siovas, Gastón Silva (Ferreiro, min. 85), Doumbia (Ontiveros, min. 72), Seoane, Mikel Rico (Real, min. 85), Okazaki (Escriche, min. 60) y Rafa Mir.

Real Madrid: Courtois, Odriozola (Marcelo, min. 67), Mendy (Marvin, min. 79), Varane, Nacho, Casemiro, Kroos, Modric, Asensio, Vinicius Jr. (Mariano, min 79) y Benzema.

Goles: 1-0, min. 47, Javi Galán. 1-1, min. 54, Varane. 1-2, min. 83, Varane.

Árbitro: Estrada Fernández (comité catalán). Tarjetas amarillas a los locales Maffeo y Gastón Silva y al visitante Kroos.

Incidencias: Partido jugado en El Alcoraz.