Litera Meat se instaló en Aragón a mediados de 2019 convirtiéndose en uno de los proyectos más innovadores, expectantes y estratégicos del sector. Fue en 2020 cuando el despegue de Litera Meat alcanzó importantes cifras que reflejan la dedicación de la compañía y su clara apuesta por un territorio rico y de gran tradición agroalimentaria.

Con un balance anual que superó los 575 millones de euros facturados, un volumen de ventas de más de 285 toneladas y un registro de cerca de tres millones de sacrificios, Litera Meat continúa inmersa en un proyecto que ya ha generado más de 1.400 puestos de trabajo directos, fomentando la especialización y profesionalización de sus empleados en su propio centro de formación homologado por el Inaem.

El sector porcino aragonés es un sector de altura, sólido, reconocido y en constante búsqueda de la excelencia que, en el último año, ha marcado un nuevo récord con un crecimiento interanual del 28%. Un fuerte repunte que en gran medida se debe a la mayor capacidad de matanza instalada en Litera Meat, que ha llevado su marca alrededor de los cinco continentes, posicionándose entre los mercados más potenciales para la exportación como China, Hong Kong, Filipinas o Canadá.

Tecnología puntera

Las instalaciones de Litera Meat, situadas en Binéfar y con más de 62.000 metros cuadrados construidos, destacan por su avanzada tecnología asegurando una máxima calidad y eficiencia en todos los procesos productivos.

La innovación implantada ha convertido a Litera Meat en una de las plantas cárnicas más automatizadas, seguras y eficientes de Europa, adaptándose a rigurosas normativas de calidad y seguridad alimentaria, así como a las especificaciones de los clientes más exigentes Además, el 60% de los ganaderos que trabajan con Litera Meat son de Aragón, dando valor a la materia prima y al gran potencial de nuestra tierra.

Bienestar animal

Litera Meat ha renovado su compromiso con el bienestar animal y por segundo año consecutivo ha obtenido el sello Welfare Quality, un certificado internacional que exige un alto nivel de cumplimiento en buenas prácticas y que aporta un valor añadido al producto final. En este sentido, las infraestructuras de la planta cárnica incorporan medidas extraordinarias que favorecen la protección y comodidad de los animales desde su recepción y, de forma paralela, el Área Formativa de la empresa imparte tres módulos en materia de bienestar animal, promoviendo valores éticos y responsables entre su equipo de trabajo.

Invertir en bienestar animal se traduce en una mayor apuesta por la calidad y por un modelo de producción más eficiente.