Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. Es lo que acaba de pasar en Zaragoza, después de que el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, impidiera a las seis cofradías con sede canónica en la iglesia de San Cayetano que pudieran exponer a veneración a sus titulares. La Piedad va a trasladar su imagen, cuya hechura a manos de Palao cumple 150 años, al templo de San Felipe; La Dolorosa a Santiago el Mayor, y la novedad es que El Descendimiento va presidir la iglesia del Sagrado Corazón.

Este templo situado en la plaza San Pedro Nolasco, en pleno Casco Histórico, solo está abierto para la exposición del Rosario de Cristal, por lo que la presencia del paso del misterio del Descendimiento de la Cruz, que realizara José Alegre en 1848, va a permitir a muchos zaragozanos poder conocerla. La Hermandad de la Sangre de Cristo está pendiente del Cabildo para trasladar al Cristo de la Cama al Pilar.