Lo confieso, no voy a tener espacio para hablar de todo lo que hoy va a suceder por las calles zaragozanas. Desde antes del mediodía, y hasta altas horas de la madrugada, las procesiones no dejarán de ocupar las calles más emblemáticas del centro de la ciudad. Catorce procesiones en un solo día y si quieren ustedes añadir la que saldrá a las doce en punto de esta noche a manos de la Piedad, sumaríamos quince, la niña bonita, que diríamos en el bingo.

Conforme la mañana vaya avanzando se irá calentando el ambiente; Exaltación, Crucifixión, Verónica y Coronación de espinas le darán el esplendor que necesita a una fecha como la de hoy. Jueves Santo, día del amor fraterno, la Pasión de Cristo estalla ante nuestros ojos y la Semana Santa de Zaragoza se engalana para rendir memoria de tal entrega.

Por la tarde no habrá calle o momento en el que no pueda usted contemplar el procesionar de las cofradías por el centro. En un estudiadísimo encaje de bolillos, realizado por la comisión de recorridos de la Junta Coordinadora de Cofradías, las procesiones circularán escalonadamente y en riguroso orden por este entramado de calles en las que disfrutar de rincones para el recogimiento, de luces cruzadas de pasos y farolas, de fumarolas de incienso que impregnan el ambiente, del sonido vibrante, atronador de los bombos y tambores, que en estas calles estrechas le hacen a uno temblar hasta los calcetines.

La Coronación de Espinas, Cristo despojado de sus vestiduras, la Oración del Huerto, el Prendimiento, el Silencio, la Resurrección, el Descendimiento, la Eucaristía, la Llegada al Calvario y la Columna llenarán de color y sonido la tarde y noche de hoy. No les digo de dónde salen y adónde llegan, ni siquiera por dónde van. En realidad, puede usted quedarse quieto en Alfonso I y prácticamente toda la Semana Santa que sale hoy pasará por delante de sus narices. La Piedad saldrá a las doce y llegará de madrugada al Sepulcro de San Nicolás de Bari, entre saetas y, casi despuntando el alba, terminará el Vía crucis que realizará a continuación por el Boterón.

Destaquemos, de entre todo lo que hoy puede ver, un par de detalles de importancia. Digo detalles, como si fueran cosa baladí, pero el primero de ellos no es, ni más ni menos, que la celebración de los 75 años del Silencio, esta cofradía, sobria como ninguna, ha hecho de las cornetas y heráldicas su emblema.

No se pierda el momento de encuentro que tendrá con la cofradía del Prendimiento cuando pase por delante de la iglesia de Santo Tomás de Aquino, del colegio de Escuelas Pías, en la avenida César Augusto, un ratito antes de acabar su procesión en San Pablo, promete ser sobrecogedor. Justo esta otra cofradía, el Prendimiento, protagoniza una de las novedades de este año, puesto que estrena una nueva carroza para su paso de Cristo Cautivo, un exquisito trabajo que aúna la madera natural con el plateado, así como la incorporación de una realista decoración acompañando a la figura del cautivo, recreando el huerto de Getsemaní. H *Coordinador de Ámbito Cofrade