En el plazo de un mes vuelve a empezar el curso escolar, el denominado curso del coronavirus. Este año académico va a estar marcado por la espera de una vacuna que permita la vuelta a la normalidad, una rutina que ya no será la de antes. El tiempo apremia y el inicio del colegio ha marcado las preocupaciones de los padres y los más jóvenes. La conciliación familiar, nuevos horarios, nuevos grupos de alumnos, más docentes, aumento de aulas y un largo etcétera de situaciones nuevas deben de servir como respuesta a las incertidumbres que ha creado la pandemia mundial.

El Gobierno de España publicó una lista de normas que sirven como alternativa para orientar a los gobiernos autonómicos sobre cómo afrontar el curso venidero. El consejero de Educación del Gobierno de Aragón, explicó que la organización del próximo año académico se edifica sobre «la seguridad, normalidad, presencialidad y la responsabilidad individual y colectiva».

Estas pautas se dirigen principalmente a los cursos de infantil y hasta 4º de Primaria, cursos donde los alumnos son más pequeños. En la ESO y Bachillerato, junto con los cursos universitarios y no universitarios, se aspira a poder mantener las distancias de seguridad y, en el caso de que no se pudiera mantener se haría obligatorio llevar la mascarilla durante las clases.

TRES ESCENARIOS / Por último, el último plan, de contingencia, muestra tres posibles escenarios para la organización del curso dependiendo de la situación epidemiológica. El primera es la nueva normalidad o «normalidad controlada». En este escenario se asegura la presencialidad aunque tendrían que cumplir las medidas de seguridad y las higiénicas para evitar que haya rebrotes. Se garantizarían los servicios complementarios: comedor y transporte desde el primer día, a no ser que surja algún contagio en el centro.

Para la organización de los alumnos es seguro la división de las clases en grupos de convivencia o grupos burbuja, equipos reducidos de alumnos que no tendrán que llevar las mascarillas en clase, exceptuando aquellas lecciones que compartan con otro grupo de convivencia. De momento esta idea solo se aplicará a los alumnos de Infantil y hasta cuarto de Primaria pero «se intentará que agrupe a toda la Educación Primaria», según manifestó el consejero de Educación.

Al dividir a los grupos en un máximo de 20 alumnos por unidad podría haber colegios que no pudieran hacer frente a la nueva necesidad de más espacios para dar clases teóricas ya que educación física se intentará impartir en espacios exteriores siempre que sea posible. «Hay centros en los que se va a hacer» señalando la ampliación estructural del centro, pero «las ratio de Aragón son muy bajas, en Infantil no superan los 20 niños, aunque hay casos en los que los colegios tienen más presión demográfica, sobre todo en el sur de Zaragoza, donde sí que se producirán desdobles de aulas», señalan fuentes de la consejería de Educación.

Estos desdobles implican más docentes disponibles en el centro. Por ello, según aclaró Faci, se «reforzarán las plantillas de los centros con 250 docentes más para reducir los ratios de los estudiantes». Este implemento de profesores también se ha tomado para poder hacer frente a una «situación sobrevenida» en un centro concreto, según Faci.

El segundo escenario que contempla el plan de contingencia del Gobierno aragonés es la intervención parcial. Se utilizaría si surge algún repunte en el centro y de esta forma se evitaría la difusión descontrolada del virus, o si hay algún rebrote general en la comunidad. En este caso se aplicaría un seguimiento del niño contagiado y su familia para reducir el posible círculo de contagio lo máximo posible. Si el positivo proviene de un alumno se procedería al aislamiento de todo el grupo de convivencia por prevención, durante el cual seguirán recibiendo clase.

Por último está el confinamiento total, el tercer escenario que «esperamos que no llegue en ningún caso», señalan desde Educación. Se impartirían clases online desde casa a todos los alumnos, aunque el departamento encargado de aplicar este último plan es el de Salud, que decidirá el cierre de los centros y cuánto tiempo se prolonga.

El confinamientom sin embargo, no ofrece perspectivas positivas para la conciliación familiar, situación que en la Federación de Padres y Madres de Aragón (FAPAR) tienen claro que es el mayor problema al que se pueden enfrentar las familias si es necesari o volver a aplicar la cuarentena.

«Hemos hablado sobre la conciliación familiar con Salud, con Familia, Educación e incluso presidencia para que se busque coordinación y se planteen alternativas, porque sabemos que el escenario de tener que volver a casa, total o parcialmente, se va a dar en algún momento», explican desde FAPAR.

Aunque insisten en que se garantiza la presencialidad en Infantil y Primaria, pero en la ESO «vamos a esperar a ver qué pasa, porque la realidad ha sido tozuda y nos ha hecho replantarnos la situación», explican en alusión al nuevo repunte de positivos en la comunidad en el mes de julio. «Nuestra posición es de preocupación pero la misma que puede tener un ciudadano, tampoco más», añaden desde FAPAR.

Otro de los aspectos que para FAPAR es primordial son esos grupos burbuja que van a «permitir el control y el seguimiento de los posibles contagios si los hubiera», aseguran. La Federación cree que «en educación hay que ir recuperando los servicios conforme se pueda y se garantice la seguridad de los niños con las medidas que se nos marque». También defienden que «es el momento de abordar el problema de la conciliación, una asignatura pendiente que se ha agravado durante la pandemia». Pero ante todo aclaran que «lo primero es la salud, no cuestionaremos ninguna medida en cualquier caso».

Cada centro educativo dispondrá de la autonomía para organizarse como mejor consideren, pero la vuelta al colegio comienza, a priori, el 7 de septiembre y apremia a las familias y alumnos. Desde FAPAR instan a la «paciencia y tranquilidad a todo el mundo». Mientras, la consejería de Educación señala que «se tomarán las decisiones que haya que tomar» para enfrentarse a los meses venideros

DIGITALIZACIÓN / En Aragón, el Ejecutivo tiene previstos tres planes, dirigidos a la enseñanza Infantil y Primaria, que van a aplicar al curso 2020-2021, que se enmarcan en tres ejes fundamentales: refuerzo pedagógico, plan de digitalización y plan de contingencia.

El primero, de refuerzo pedagógico y de estudios, se refiere a los contenidos que se trataran en el curso, que serán «los contenidos fundamentales de cada asignatura» e incluso se impartirán los contenidos que no se dieron en el tercer trimestre del curso pasado.

El plan de digitalización consta de dos herramientas principales. La primera son 10.000 dispositivos electrónicos con conexión «que se van a comprar y repartir en los centros por si hicieran falta», señalan desde el Gobierno de Aragón. En este sentido, subrayan que no se dispone de los dispositivos solo por «si se volviese a confinar, sino también para poder trabajar con nuevas tecnologías en los centros».

La segunda herramienta de la que dispone el plan es una plataforma digital que permite a alumnos, familiares y docentes «colgar deberes o informes para los padres». La aplicación es dependiente del departamento de Educación de Aragón y ya se han apuntado a su uso 245 centros desde finales de mayo, cuando se puso en marcha.