Las abundantes manchas de sangre daban ayer una idea de la gravedad de la pelea. Doce personas detenidas --ocho de nacionalidad cubana y cuatro peruanos-- es el balance de una reyerta en el interior del piso 3º 4 del número 32 de la calle de Ventura Plaja, en el barrio de Sants de Barcelona, la madrugada del lunes. La policía se las vio y se las deseó para controlar la situación porque un bebé de seis meses, cuyos padres estaban dentro del domicilio, fue utilizado como escudo para evitar la entrada de los agentes.

"Esto parecía el Bronx", afirmó una vecina del inmueble para describir el altercado. El alcohol jugó un importante papel: la policía contabilizó en el piso unos 300 botellines de cerveza.

La primera llamada a la Guardia Urbana se produjo el domingo a las 22.20 horas. Pero, ya pasada la medianoche, los agentes tuvieron que volver. En esta ocasión, las llamadas explicaban que podían oírse fuertes golpes, llantos de niños y gritos de una mujer. "Mi hija, me la van a matar", gritaba, según una vecina.

En esta segunda visita fue cuando los agentes de la Guardia Urbana fueron recibidos con botellas, golpes y amenazas con cuchillos. Cuatro agentes de la policía local resultaron heridos leves. Solicitaron ayuda al Cuerpo Nacional de Policía. Cuando llegaron, la portería ya estaba llena de sangre. Según fuentes policiales, la pelea se había iniciado dentro de casa y habían evacuado ya a la persona apuñalada.

Las personas que estaban en el piso se negaban a salir, hasta el punto de que algunos se escaparon por el patio de luces. Una vecina pudo ver cómo cuando una mujer salió con su hija de seis meses en brazos al rellano, el padre se la arrancó de los brazos a punta de cuchillo y se parapetó dentro de casa.

Los vecinos explicaron que el piso estaba alquilado por una persona desahuciada por falta de pago. Hace un año, llegó una pareja peruana al piso, donde son habituales las visitas masivas.