Unos 200.000 niños enfermos de cáncer que viven en países en vías de desarrollo mueren cada año debido a la falta de tratamiento médico adecuado. Esta es la principal conclusión que se deriva de un informe de dos organizaciones no gubernamentales especializadas en combatir dicha enfermedad. Un 50% de las vidas podrían salvarse, según el citado estudio, si los países desarrollados rebajaran el precio de los medicamentos y contribuyeran en la mejora de los tratamientos.

La Confederación de Padres de Niños con Cáncer y el Grupo de Investigación del Cáncer del Reino Unido citan América Latina, el norte de Africa y parte de la India como las zonas en las que se producen más fallecimientos como consecuencia de esta enfermedad.

Las ONG que han llevado a cabo el estudio expresaron al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, la necesidad de potenciar un esfuerzo internacional de inversión para paliar la situación actual en las zonas afectadas.

Más de 250.000 niños reciben una diagnóstico de cáncer cada año en todo el mundo. El 80%, ciudadanos del Tercer Mundo, mueren. El 20%, que en su mayoría residen en países desarrollados, se salvan. El índice de superación de la enfermedad en el primer mundo es del 70%.

Un miembro de la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica, Tim Eden, argumentó que una pequeña suma de dinero podría cambiar la suerte de muchos niños enfermos de cáncer. "Se preconcibe que curar el cáncer es costoso, pero no tiene por qué". Y a continuación, añadió: "En algunos casos puede costar tan poco como 30 dólares" (23 euros, 3.827 pesetas).