Unos 500 inmigrantes accedieron ayer a la ciudad autónoma de Ceuta en una entrada masiva saltando la valla por la frontera del Tarajal. Once guardias civiles y 25 inmigrantes resultaron heridos en el salto que se produjo esta mañana. La Delegación del Gobierno en Ceuta confirmó que lo habían intentado unos 600. El salto se produjo pasadas las seis de la mañana en una zona intermedia de los 8,2 kilómetros del perímetro fronterizo terrestre. Según el servicio 112, un total de 497 inmigrantes consiguieron saltar la doble valla fronteriza, mientras que el resto pudo ser frenado por la gendarmería marroquí. La Cruz Roja desplegó un operativo especial para atender a los heridos.

La Delegación del Gobierno estaba, anoche, a la espera del recuento final del grupo, ya que muchos habían salido corriendo y podrían estar ocultos.

Por otro lado, la organización no gubernamental Caminando Fronteras afirmó a través de su activista Helena Maleno que en Marruecos se habían producido «numerosos heridos» durante el intento y que una persona había quedado inconsciente al caer desde lo alto del vallado, situado a seis metros de altura.

CORTES Y HERIDAS

Según la Cruz Roja, resultaron con lesiones 11 agentes de la Guardia Civil y 25 inmigrantes. Los equipos de asistencia dieron prioridad a los heridos, que presentaban cortes y contusiones producidas al saltar el vallado. Los que carecían de lesiones esperaban en una explanada en el entorno de las instalaciones, cuya capacidad -512 personas- se encuentra habitualmente sobrepasada.

El asalto, según fuentes policiales, se registró por cuatro puntos diferentes del perímetro fronterizo, por lo que se activó el Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencia (ERIE), de la Cruz Roja, para atender a los inmigrantes.

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, vinculó la entrada de los subsaharianos a Ceuta con los refuerzos, tanto de Policía como de Guardia Civil, destinados estos días en los puertos ante los paros de los estibadores convocados para la próxima semana.

Nieto explicó que la zona por la que entraron es «una vaguada donde hay una altura que no permite preparar el dispositivo de rechazo con la antelación necesaria». Esa es la misma «zona crítica» en donde se produjo el anterior salto, del pasado 9 de diciembre, por lo que, añadió, habrá que «ir mejorando en la seguridad e ir utilizando cada vez mejor tecnología».

En concreto, Nieto está valorando el uso de drones como «método idóneo» para aumentar la seguridad en la frontera.

En declaraciones a los periodistas antes de asistir a una jornada sobre tecnología de drones y antidrones para la seguridad en Málaga, Nieto señaló que, en zonas con problemas serios de visibilidad debido a la distinta altura de la orografía del terreno, como sucede «en la protección de la frontera», esta herramienta «es básica».

El pasado 9 de diciembre, 438 subsaharianos accedieron a la ciudad en lo que se consideró la entrada más multitudinaria hasta entonces. El grupo que lo intentó superó las 800 personas.

En la madrugada del 1 de enero cerca de 1.100 subsaharianos protagonizaron el intento de entrada más masivo a la ciudad, aunque solo dos, que resultaron heridos, lograron su objetivo.

Según datos difundidos el miércoles por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), en el 2016 entraron 1.000 inmigrantes a través de las vallas de Ceuta y Melilla, una cifra que supuso un récord a la baja respecto a ejercicios anteriores.