Si la batalla por la mayoría electoral se juega fundamentalmente en el centro del espectro político, el PP parece llevar la dirección equivocada. Al menos eso es lo que perciben la mayoría de los consultados por el GESOP respecto a una cuestión tan sensible como la gestión de los derechos y las libertades, especialmente en un contexto de prolongada crisis económica y creciente desafección política. Así, hasta tres de cada cuatro ciudadanos (el 74,5%, exactamente) opinan que la política del Ejecutivo de Mariano Rajoy en esta materia "debería ser más abierta y tolerante". Por una línea menos restrictiva y vigilante se pronuncian incluso una mayoría de los votantes del PP, concretamente el 53,1%. Mientras que únicamente el 20,1% de los afines a los populares consideran que la política seguida "es la adecuada", un porcentaje que se reduce sensiblemente, hasta el 8,9%, si se tienen en cuenta a todos los encuestados.

La involución en la regulación de cuestiones como el aborto o la percepción de que a la desafección política el Gobierno responde con un endurecimiento punitivo o más restricciones en las libertades parecen hacer mella en una mayoría. Así, la suma de quienes consideran las políticas del Gobierno en materia de derechos y libertades conservadora o reaccionaria alcanza el 67,5%. Casi siete de cada diez ciudadanos. Por contra, solo el 3,4% (fundamentalmente procedente del grupo de los votantes del PP en las últimas elecciones generales) sostiene que el Ejecutivo sigue políticas progresistas, y otro escaso 4,2% las define como liberales. Moderadas las considera poco más de uno de cada diez (el 13,5%). Es decir, la suma de quienes definen la línea del PP como progresista, liberal o moderada apenas aglutina a algo más de dos de cada diez encuestados (21,1%).

DIFERENCIAS SEGÚN LA EDAD Entre los distintos grupos de edad, son los encuestados comprendidos entre los 30 y los 44 años los que, en mayor medida, describen las políticas del Ejecutivo como conservadoras (58,6%). El escaso grupo que considera progresista la línea marcada por el Ejecutivo de Rajoy se alimenta fundamentalmente del grupo de edad más joven --el de los que tienen entre 18 y 29 años--, que se pronuncia así en el 5,1% de los casos, y en menor medida del grupo que ha cumplido 60 años o más (3,7%). Los encuestados con un nivel de estudios más alto son los más propensos a tachar de reaccionaria (23,3%) o conservadora (53,8%) la deriva del PP en materia de libertades.

Por comunidades autónomas, los ciudadanos de Canarias (20,9%), Castilla-La Mancha y Castilla y León (15,2%) y Galicia (14,9%) son fundamentalmente los que, por encima de la media, demandan del Gobierno una política más restrictiva y vigilante. Los encuestados en la Comunidad de Madrid se distinguen por considerar, en una porcentaje que no está muy lejos de doblar la media (el 14,5%, frente al 8,9% general), que la política del PP es la adecuada.