El deporte es una de las herramientas más eficaces para combatir algunas enfermedades, como la obesidad, la diabetes o trastornos cardiovasculares. Su efecto físico está demostrado por infinidad de estudios. La comunidad médica no duda de sus beneficios en la salud de nuestro cuerpo. Pero ocurre los mismo con la salud mental?

La actividad física logra mejores nuestras funciones mentales, la autonomía, la autoestima y nuestra sensación subjetiva de bienestar y felicidad. Numerosos beneficios psicológicos que hacen que cada vez más tratamientos la incluyan como algo indispensable para la mejoría y la prevención de recaídas.

Beneficios psicológicos

El ejercicio es uno de los hábitos más saludables que debemos practicar con regularidad. Nos fortalece físicamente, previene numerosas enfermedades y es tratamiento efectivo contra otras cuantas. Aunque no siempre parece que tenemos motivación o tiempo, necesitamos saber que es obligatorio hacerlo. No solo por las razones físicas ya conocidas, sino también por lo positivo a nivel mental que nos ofrece.

Los siguientes beneficios psicológicos van a hacer que el deporte se integre como parte indispensable de tu vida:

1. Aumenta tu rendimiento

Los trabajadores que hacen deporte con regularidad logran eliminar mejor sus niveles de estrés. De esta forma, al desconectar, logran volver a aumentar el rendimiento. Este reinicio es especialmente efectivo si se realiza al mediodía o a primera hora de la mañana.

2. Mejora la autoestima

El deporte ayuda a que nos sintamos mejor con nosotros mismos, no solo por el efecto de lograr mejorar nuestro cuerpo. A nivel mental nos dota de validez, capacidad para trabajar por una meta y mejora nuestra autopercepción.

3. Mejora las relaciones

Al dotarnos de una mayor confianza en nosotros mismos, nos predispone al contacto social. Nos sentimos con mejores herramientas y disfrutamos más con la interacción social.

4. Previene enfermedades cognitivas

Si nuestro cerebro se encuentra siempre estimulado, logramos que a largo plazo no se atrofie. El ejercicio físico tiene este efecto, tanto a nivel corporal como mental. Tener activado el cerebro trae consigo la ventaja de prevenir enfermedades degenerativas, como algunas demencias.

5. Aumenta el rendimiento cerebral

El ejercicio tiene el poder de producir más y mejores conexiones entre nuestras neuronas. De esta forma, mejora el rendimiento y la capacidad cerebral. Esto nos predispone a que no haya un deterioro en la memoria y podamos aprender de una forma más rápida y eficaz.

6. Aumento de la felicidad

El efecto más directo sobre nuestro bienestar lo tiene al activar la producción de endorfinas. Este neurotransmisor reduce el dolor y genera sensaciones estables y elevadas de felicidad.

El ejercicio físico está pautado en trastornos del estado de ánimo, como la depresión. Activa el cuerpo y estimula la energía y la sensación de bienestar.

7. Menos ansiedad

La actividad física nos ayuda a calmar el cuerpo y la mente. Tiene dos funciones. Por un lado, acaba calmando la tensión muscular una vez que hemos estimulado el cuerpo con el ejercicio. Por otro lado, nos distrae de preocupaciones durante el tiempo que lo estamos practicando. Esto hace que sintamos liberación y reduzcamos el estrés.

8. Sensación de control

Cuando establecemos unos hábitos, independientemente de los que sean, y movilizamos nuestras acciones para lograr una meta, ganamos en sensación de control. Tenemos responsabilidad sobre nuestras acciones y vemos sus resultados. El deporte logra esto a nivel psicológico.

Da igual nuestra edad, trabajo o estado de salud. Si buscamos un deporte adaptado a nuestras condiciones y a nuestras necesidades, podremos beneficiarnos de los efectos de la actividad física. Estos efectos van mucho más allá de nuestro cuerpo y acaban generando unos efectos mentales que nos ayuden a superar enfermedades y protegernos también de ellas.

* Ángel Rull, psicólogo.