Al menos nueve personas, siete de ellas adolescentes, murieron carbonizadas en la madrugada de ayer en el incendio que arrasó un centro de equitación en Lescheraines (Alpes franceses). Los bomberos, que tardaron más de dos horas en controlar las llamas, habían recuperado anoche sólo siete de los cadáveres. La Fiscalía de Chambéry ordenó la apertura de diligencias judiciales por homicidio involuntario. Aunque no se han facilitado las identidades de las víctimas, las autoridades han precisado que los adolescentes, de 12 a 14 años, eran originarios de Saboya.

Un vecino dio la alerta del incendio a las 3.30 horas cuando el centro ecuestre, situado a un kilómetro del pueblo, se encontraba ya totalmente envuelto en llamas. Los chicos y monitores que participaban en los cursillos de equitación fueron sorprendidos por el fuego cuando estaban durmiendo. La capacidad de acogida de la instalación era de 12 alumnos.

BALANCE DE AFECTADOS Los equipos de socorro cifraron al principio en ocho las personas desaparecidas y que se daban por muertas. Sin embargo, una representante de la fiscalía de Chambéry advirtió de que el balance no era definitivo, ante las dudas sobre la presencia en el centro de uno o dos adultos en el momento de la tragedia. La única superviviente, hospitalizada con graves quemaduras, dio una lista con los nombres de los jóvenes, lo que permitió confirmar que las víctimas mortales eran nueve.

Las autoridades no descartan ninguna hipótesis sobre el origen del siniestro, por lo que se examinarán todas las posibilidades, como la eventualidad de que un rayo cayera sobre el edificio, que hubiera problemas con las reformas en la instalación eléctrica, un cigarrillo mal apagado u otras anomalías.

Aunque se dispone de pocos datos todavía sobre los motivos del incendio, sí se sabe que el fuego se propagó rápidamente a los dos edificios que componían el complejo, y que la techumbre de madera se vino abajo por el efecto del calor.

Ocho agentes del Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería de París se desplazaron hasta el lugar de los hechos para llevar a cabo la identificación de las víctimas, difícilmente reconocibles y que los bomberos recogieron durante todo el día de ayer como pudieron entre los escombros.

"La muerte de estos adolescentes muy jóvenes y de los acompañantes es una desgracia que conmociona a todos los franceses", declaró el presidente francés, Jacques Chirac, en un comunicado en que manifestó su "gran emoción" y su "profunda tristeza" por "este drama que enluta Francia entera".